La Gestión Pública y los Costos de la Ineficiencia en la Avenida de los Próceres
Mañana, 6 de marzo de 2025, vence el contrato para la construcción de la Avenida de los Próceres en Popayán, un proyecto de gran relevancia para la movilidad y el desarrollo urbano de la ciudad.

Con un trazado de 3,1 kilómetros que incluye cuatro carriles, ciclovías, espacios públicos y zonas verdes, esta obra busca aliviar el tráfico y fomentar el crecimiento económico en la capital del Cauca. Sin embargo, el camino hacia su realización ha estado marcado por dificultades administrativas que han generado sobrecostos significativos, afectando directamente los bolsillos de los payaneses.
La evidencia apunta a que los principales retrasos en el proyecto se originaron durante la administración del exalcalde Juan Carlos López Castrillón, quien estuvo en el cargo entre 2020 y 2023. Según información oficial de la Alcaldía de Popayán, los problemas comenzaron con la obtención de licencias ambientales, un proceso que inicialmente se creyó no requerido para esta vía urbana, según un acto administrativo de la Corporación Regional del Cauca (CRC) en abril de 2022. Sin embargo, en marzo de 2023, la CRC cambió su posición, exigiendo una licencia para una sección del trazado que atraviesa suelo rural, lo que llevó a una suspensión de las obras y una disputa legal.
Estos retrasos han tenido un costo financiero considerable. El contratista solicitó un reajuste de precios por 8.500 millones de pesos, cifra que, según declaraciones del actual alcalde Juan Carlos Muñoz Bravo, será cubierta con recursos propios del municipio, sumándose a los 33.000 millones de pesos aportados por el Gobierno Nacional. Además, se destinaron 5.000 millones de pesos para redes de acueducto y alcantarillado, y 2.200 millones de pesos para redes eléctricas y alumbrado público, según confirmaciones del gerente de Ciudad Moderna, César Sánchez.
Estos sobrecostos, financiados con recursos municipales, provienen directamente de los impuestos pagados por los ciudadanos de Popayán. Es inaceptable que la falta de diligencia administrativa en la gestión de licencias haya derivado en un incremento del presupuesto, afectando el erario. Como medio de comunicación, reafirmamos nuestro compromiso con la transparencia y la rendición de cuentas, recordando que todo lo público pertenece a la comunidad y debe ser administrado con la máxima responsabilidad.
La situación pone de manifiesto una lección clara: cuando no se obtienen las licencias y permisos necesarios en el tiempo adecuado, se generan retrasos que, inevitablemente, se traducen en costos adicionales. En este caso, la demora no solo ha dilatado los beneficios esperados por la comunidad, como una mejor conectividad urbana, sino que ha impuesto una carga financiera innecesaria a los contribuyentes.
Durante la administración de Juan Carlos López, el proyecto enfrentó múltiples obstáculos, incluyendo la falta de claridad en los trámites ambientales y la detención del proceso en el Concejo Municipal por la ausencia de información sobre la adquisición de predios. Estas fallas administrativas contrastan con los esfuerzos actuales de la administración de Juan Carlos Muñoz, quien asumió el cargo en enero de 2024 y ha trabajado para resolver estos problemas, obteniendo finalmente las licencias necesarias y garantizando el ajuste presupuestario.
Sin embargo, el peso de corregir estos errores recae ahora en la actual gestión, lo que subraya la necesidad de que los funcionarios públicos sean competentes y diligentes. Como ciudadanos, debemos exigir que las administraciones futuras eviten estas situaciones, asegurando que los proyectos se planifiquen y ejecuten con eficiencia, protegiendo así los recursos públicos.
Detalles Financieros y Complementarios para una comprensión completa, presentamos un desglose de los costos asociados al proyecto en la siguiente tabla:

Estos números reflejan la magnitud del esfuerzo financiero requerido y el impacto directo en las arcas municipales, subrayando la urgencia de una gestión más eficiente.
Desde nuestro medio, celebramos el avance del proyecto y reconocemos el compromiso de la administración actual por sacarlo adelante. Sin embargo, no podemos ignorar las lecciones del pasado. Como dijimos en nuestra cobertura anterior, "si le va bien al alcalde de Popayán, le va bien a todos los habitantes de la ciudad, y si le va bien al gobernador del departamento del Cauca, le va bien a todos los caucanos".
Estas verdades son inamovibles, pero no podemos pretender ocultar la falta de diligencia de algunos funcionarios en situaciones como esta. Es momento de exigir que la gestión pública sea un ejemplo de eficiencia y transparencia, especialmente en proyectos financiados con el dinero de todos. La Avenida de los Próceres debe ser no solo un símbolo de progreso urbano, sino también de una administración pública que aprende de sus errores y actúa con responsabilidad. Que este episodio sirva como un recordatorio para futuras generaciones de líderes: la confianza de la comunidad se gana con hechos, no con promesas.