La guerra en el Cauca no se detiene ni con la llegada de la Navidad

Dos ataques con explosivos contra el Ejército trastocaron la tranquilidad de los habitantes de los departamentos de Cauca y Bolívar, causando zozobra, por la constante detonación de artefactos explosivos y combates en sus áreas rurales.

De acuerdo con fuentes militares, uno de los ataques ocurrió en el municipio de El Patía, en Cauca, en la noche del jueves 19 de diciembre. Allí, integrantes del Estado Mayor Central o disidencias de las Farc dispararon cilindros-bomba (tatucos) desde una camioneta de estacas, parqueada en plena carretera Panamericana.

Al vehículo le adaptaron plataformas de lanzamiento artesanales en el volco, y el blanco del atentado, una guarnición militar de entrenamiento de soldados.

Dos tatucos cayeron en zonas verdes y un tercero explotó en la misma camioneta. De momento no se reportaron heridos en este hecho.

“El ataque termina de comprobar el plan que ahora existe en los municipios del sur del Cauca por parte de esta organización armada al margen de la ley contra los policías y soldados que permanecen en esta parte del departamento, esto como respuesta a las acciones miliares que se adelantan en el corregimiento de El Plateado, Argelia, de ahí que alias Farley, uno de los cabecillas del frente Carlos Patiño, ordenó asesinar a los integrantes de la fuerza pública”, relataron integrantes del área de inteligencia del Ejército.

El otro incidente ocurrió en la vereda San Luquitas, en la frontera de los municipios de Morales y Santa Rosa del Sur, en Bolívar.

Allí había dos pelotones del Ejército haciendo patrullaje de control territorial, también en la noche del jueves, cuando fueron atacados con explosivos y ráfagas de fusil, situación que derivó en un combate.

En el tiroteo resultaron heridos tres militares, los cuales fueron remitidos a centros médicos. La acción terrorista fue atribuida a la guerrilla del ELN.