La imagen de Juan Valdez durante 20 años, Carlos Castañeda, falleció en Medellín

La muerte de este reconocido ciudadano se dio en un centro asistencial de la capital de Antioquia y luego de ser sometido a una operación del corazón.

La imagen de Juan Valdez durante 20 años, Carlos Castañeda, falleció en Medellín

En horas de la mañana de este viernes 26 de abril, se confirmó el fallecimiento de Carlos Castañeda, quien durante dos décadas encarnó el personaje de Juan Valdez.

Según diversos medios de comunicación, Castañeda murió en la clínica Las Vegas de Medellín a sus 58 años. En dicho centro asistencial se recuperaba de una cirugía del corazón.

Por su parte, la Federación Nacional de Cafeteros anunció su partida a través de sus redes sociales, recordando a Carlos como un compañero de trabajo comprometido y enviando un mensaje de condolencias para su familia y amigos.

“Carlos, gran y comprometido compañero de trabajo, nos deja también con los mejores recuerdos. Extendemos un fraternal saludo de condolencias a su familia y amigos”, expresó La Federación Nacional de Cafeteros.

Carlos Castañeda Ceballos, cafetero por tradición y nacido en el municipio de Andes, Antioquia, fue el icónico Juan Valdez durante 20 años. Sucedía a Carlos Sánchez Jaramillo, quien se convirtió en su asesor vitalicio después de su retiro. Castañeda, hombre sencillo y auténtico, fue seleccionado entre 406 candidatos para personificar al emblemático símbolo de la caficultura colombiana.

n 2006, reconoció que, aunque no se sentía completamente preparado para el papel, estaba decidido a representar dignamente a la industria cafetera colombiana en el mundo.

“Cuando empieza uno algo, uno nunca está preparado. Me voy a asesorar, pero yo tengo mi corazón y mis ganas para hacer las cosas bien”, mencionó Castañeda.

A sus 39 años en ese entonces, expresó su profunda conexión con el café, una tradición que marcó su vida y la de su familia, viviendo una vida cotidiana similar a la de cualquier campesino en la vereda San Bartolo.

“Soy andino, vivo en la vereda San Bartolo, mi vida cotidiana es como la de cualquier campesino. Me levanto entre las cinco y las seis de la mañana, cojo café, deshierbo, echo abono y hago el trabajo de cualquier campesino”, señaló.