La inacción como sello de una administración que prometió recuperar Popayán: el caso de Edwin Muñoz y el abandono de la ciudad
La gestión administrativa de Popayán parece hundirse en un preocupante marasmo de inacción, donde los intereses políticos y personales están siendo priorizados sobre las necesidades de la ciudadanía.
Por: Alexander Casas Prado
Edwin Muñoz, secretario general del municipio, es el caso más reciente de un funcionario que, más enfocado en su posible campaña para suceder a su amigo y actual alcalde, Juan Carlos Muñoz, ha descuidado su responsabilidad sobre los bienes inmuebles del municipio.
Un secretario más pendiente de política que de gestión
Edwin Muñoz, en lugar de atender situaciones urgentes que afectan a Popayán, parece haber optado por seguir la ruta de otros funcionarios de esta administración, como el exsecretario de infraestructura Edwin Meneses, quien tuvo que abandonar su cargo debido a una gestión deficiente. Ambos casos reflejan una preocupante falta de liderazgo y compromiso, afectando directamente el desarrollo de la ciudad.
#Quetalesto Falta de agilidad administrativa en Secretaria General Alcaldía Popayán #Alianza mantiene frenado un proyecto por $1 mil 200 millones de pesos para construir la nueva pista para revisión técnico mecánica. Lo único es desalojar un predio en la Secretaria de Tránsito. pic.twitter.com/3z1vBZbYDz
— Alexander Casas (@AlexanderCasas2) November 17, 2024
Esta situación es gravísima. El retraso en el inicio no solo afecta la planificación de un proyecto estratégico, los posibles sobrecostos, que inevitablemente se pagarán con el dinero de los contribuyentes, son el reflejo de una gestión marcada por la improvisación y la falta de interés en resolver los problemas estructurales de Popayán.
Un alcalde que prometió independencia, pero entregó la administración a la politiquería de siempre
El alcalde Juan Carlos Muñoz, quien llegó al cargo con el respaldo de los payaneses bajo la promesa de liderar una administración independiente y comprometida con el progreso de la ciudad, parece haber cedido el control a los mismos politiqueros de siempre o a funcionarios incapaces de cumplir con sus responsabilidades. La inacción, en este contexto, es otra forma de corrupción.
Es indignante que quienes tienen en sus manos la posibilidad de transformar a Popayán se dediquen más a sus aspiraciones políticas que a la ejecución de las obras y proyectos que tanto necesita la ciudad. Esto no solo afecta la confianza de los ciudadanos en sus líderes, sino que genera un retroceso que podría tener graves repercusiones para el desarrollo futuro de la región.
Los payaneses merecen más que excusas y promesas vacías. Exigimos del alcalde Juan Carlos Muñoz un liderazgo firme y comprometido, que retome las riendas de la administración, corrija estas fallas y se asegure de que los funcionarios designados cumplan con los objetivos para los cuales fueron nombrados. El futuro de Popayán no puede quedar en manos de la desidia y la incompetencia.
En una ciudad donde muchos, aunque con resignación, recuerdan épocas en las que 'se hacían los negocios, pero al menos se veían las obras', resulta inaceptable que el sello distintivo de esta administración sea la parálisis. Los ciudadanos no eligieron a Juan Carlos Muñoz para liderar un gobierno de inacción, sino para impulsar un cambio real que permita a Popayán avanzar hacia el progreso que tanto necesita.
Popayán merece más, y los payaneses no deben conformarse con menos. Es hora de que el alcalde y sus funcionarios hagan su trabajo, o será la historia quien se encargue de juzgar su incapacidad para cumplir con las expectativas de quienes les confiaron su voto.