La indiferencia reina: Popayán y el Cauca, ignorados por autoridades y líderes políticos
La situación en Popayán y el departamento del Cauca es un clamor que parece caer en oídos sordos.
Desde el alcalde Juan Carlos Muñoz Bravo hasta el gobernador Octavio Guzmán, pasando por los diputados departamentales, los concejales de la capital caucana, las fuerzas vivas de la región, el ministro del Interior Luis Fernando Velasco y la mismísima vicepresidenta Francia Márquez, todos parecen permanecer impávidos ante la asfixia económica que condena al estancamiento a este territorio de tanto potencial.
Es inaceptable que ninguna de estas autoridades e influyentes voces haya alzado un grito contundente contra los abusos de la Compañía Energética de Occidente, que mantiene las tarifas de energía eléctrica más altas del país en el Cauca. ¿Cómo esperar que empresas medianas o grandes inviertan en un territorio donde los costos operativos son simplemente prohibitivos?
Pero el panorama se torna aún más desalentador con los constantes bloqueos de vías perpetrados por diversas comunidades, paralizando la actividad económica y ahuyentando cualquier atisbo de inversión. Es deber de los gobernantes garantizar la libre movilidad y el orden público, condiciones básicas para el progreso, pero su silencio ensordecedor es una muestra más de su dejadez.
La gravedad de la situación alcanza niveles alarmantes cuando ni siquiera la seguridad ciudadana está garantizada. El Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Popayán ha emitido un duro comunicado anunciando la suspensión de varios de sus servicios ante la falta de recursos económicos, debido a que la Administración municipal de Muñoz Bravo no ha girado los fondos correspondientes. Es inaceptable que una institución tan vital para la protección de la comunidad se vea obligada a tomar medidas tan drásticas por la negligencia de las autoridades locales.
¿Hasta cuándo seguiremos permitiendo que esta región, con tanto potencial, sea rehén de intereses particulares y la desidia de quienes tienen el deber de velar por su bienestar? Es hora de exigir respuestas contundentes a Muñoz Bravo, Guzmán, los diputados, concejales, fuerzas vivas, Velasco y la propia vicepresidenta Márquez, oriunda de esta tierra. Basta de promesas vacías y acciones cosméticas. Se necesitan soluciones reales que transformen las condiciones adversas que ahogan el desarrollo económico, social y hasta la seguridad de nuestro territorio.
El pueblo de Popayán y el Cauca merece gobernantes comprometidos, visionarios y valientes, dispuestos a enfrentar los desafíos estructurales y crear un entorno propicio para el empleo, la inversión, el progreso y la protección de sus ciudadanos. De lo contrario, seguiremos condenados al rezago, la mediocridad y hasta el riesgo, ignorados por aquellos que juraron velar por nuestro bienestar.