La negligencia imperdonable: Secretario de Infraestructura de Popayán paraliza el progreso ciudadano
En un acto de incompetencia flagrante que raya en la irresponsabilidad, el Secretario de Infraestructura de Popayán, Edwin Meneses, ha demostrado una total falta de compromiso con el desarrollo de nuestra ciudad.
Tras seis meses de una administración que prometía cambios, nos encontramos ante un funcionario que prefiere la planificación interminable a la acción concreta, dejando el presupuesto participativo en un limbo burocrático inaceptable.
El presupuesto participativo, herramienta fundamental para el desarrollo democrático y equitativo de los municipios colombianos, se ha convertido en letra muerta bajo la gestión de Meneses. Este mecanismo, que permite a las comunidades decidir sobre la inversión de recursos públicos en sus territorios, ha sido implementado con éxito en diversas ciudades del país, mejorando la calidad de vida de los ciudadanos y fortaleciendo el tejido social. Sin embargo, en Popayán, languidece por la ineptitud de un funcionario que parece haber olvidado su deber para con los ciudadanos.
La indignación ha llegado a tal punto que el Concejo Municipal, en un acto de unidad sin precedentes, ha alzado su voz contra esta parálisis administrativa. Los concejales, representantes legítimos de la voluntad popular, han exigido respeto para las comunidades necesitadas que ven cómo sus esperanzas de progreso se desvanecen ante la inacción del Secretario.
Pero el colmo de la desfachatez llegó cuando, ante los justos reclamos, Meneses tuvo la osadía de acusar a los concejales de falta de atención, sugiriendo que su incomprensión se debía a estar "viendo sus teléfonos". Esta actitud no solo es irrespetuosa, sino que demuestra una total falta de autocrítica y profesionalismo. La presidenta del Concejo Rosa Sinisterra, con la dignidad que su cargo merece, no dudó en poner en su lugar al funcionario, y posteriormente recordándole que administraciones anteriores, bajo las mismas condiciones, sí lograron ejecutar eficientemente los recursos.
Es alarmante que, mientras la mayoría de los concejales se alinean con las necesidades de la comunidad, aún existan voces como la del concejal Guevara, que en un intento de "quedar bien con Dios y con el diablo", olvida su responsabilidad primordial con los ciudadanos. Esta actitud ambigua es precisamente lo que ha permitido que servicios públicos esenciales caigan en manos privadas, en detrimento del bienestar colectivo.
La ausencia de mecanismos como la moción de censura a nivel municipal deja en manos del alcalde Juan Carlos Muñoz Bravo la responsabilidad de tomar decisiones drásticas. Es imperativo que el mandatario local reconsidere la permanencia de funcionarios que, como Meneses, han demostrado ser más un lastre que un motor para el progreso de Popayán.
Seis meses han transcurrido, y la tan anhelada recuperación de nuestra ciudad sigue siendo una promesa vacía. Es hora de que la administración municipal entienda que gobernar no es planificar indefinidamente, sino actuar con decisión y eficacia. Popayán merece funcionarios comprometidos con el bienestar ciudadano, no burócratas que se escuden en excusas para justificar su ineptitud.
La paciencia de los payaneses se agota. Exigimos acción inmediata, transparencia en la gestión y, sobre todo, respeto por los recursos y aspiraciones de nuestra comunidad. El presupuesto participativo no es un juego de papel; es la esperanza de miles de ciudadanos que confían en que sus voces serán escuchadas y sus necesidades atendidas. Es hora de que el Secretario Meneses entienda esto o dé un paso al costado para que alguien competente asuma la responsabilidad de llevar a Popayán hacia el futuro que merece.