La operación Perseo en el plateado, una acción contra el tiempo
Por: Óscar Rodrigo Campo Hurtado- Representante a la Cámara
Tan solo a 72 horas y el gobierno del Presidente Petro, salvo esta arremetida militar, habría llegado sin una acción concreta en el Cauca al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, en el informe trimestral de la implementación del Acuerdo de Paz con las extintas Farc este martes a la ciudad de Nueva York y donde el organismo internacional ya le ha encendido las alarmas sobre el deterioro de la seguridad y de los derechos humanos en el país. Vale la pena recordar que en el informe anterior, Carlos Ruiz Massieu, máxima voz de la ONU en Colombia, hizo serias advertencias sobre la situación en el Cauca, en materia de seguridad y de violación a los derechos humanos, además, con una clara radiografía ya expuesta en varias ocasiones por parte de la ONU, sobre el fortalecimiento de los grupos armados que operan en el país, quienes usaron el cese al fuego en el marco de la Paz Total, que no tuvo por un año mecanismos de monitoreo y verificación, para fortalecerse militarmente, aumentar su control en territorio y en el dominio de las economías ilegales.
Hay un temor que nos ronda en la cabeza a muchos Caucanos, ¿qué tan improvisada es la Operación Perseo?, lo que es un hecho noticioso y una cortina de humo para el gobierno que no goza de una buena imagen, ni del apoyo popular que tanto menciona, esta operación militar la vemos tardía como necesaria, con un buen apoyo popular de la sociedad en general a la Fuerza Pública, pero, con la difícil tarea de afrontar una guerra irregular en El Plateado, donde pocos combates se tendrán, comparados con ataques individuales, minas antipersonal, drones con explosivos y las asonadas sociales que no se harán esperar, estamos hablando de una región que vive en su inmensa mayoría de la comercialización de la hoja y pasta de coca. Pero también hay que decirlo, con la preocupación más grande que nos embarga, son las retaliaciones del grupo armado del Estado Mayor Central -EMC, que si bien es cierto opera con el frente Carlos Patiño en el cañón del Micay y sur del Cauca, tiene la capacidad de articulación con los frentes Jaime Martínez en el centro y noroccidente, incluyendo el corredor del Naya hasta el pacífico, y también, con el frente Dagoberto Ramos que opera en el norte y oriente del departamento. Este grupo armado no se ha hecho esperar, ha incursionado con hostigamientos en seis municipios del Cauca durante los comienzos de la Operación Perseo, una clara muestra de que estaremos los caucanos sometidos a que la operación en el cañón del Micay, tendrá consecuencias en toda la geografía departamental, con la obligación del gobierno del cambio, de apoyar tanto a la Fuerza Pública para robustecer su presencia en todo el territorio, como a la Gobernación y las alcaldías, para tener la contingencia suficiente en la atención a las víctimas de esta guerra absurda.
La visita ministerial, que en caliente hace el gobierno al corazón de la Operación Perseo, haciendo una oferta gubernamental sobre infraestructura, proyectos productivos, generación de energía y otras tantas ofertas, la anteceden cualquier cantidad de promesas que en cada visita ha hecho el gobierno con el presidente Petro a la cabeza: la toma del Cañón del Micay con sembradíos de café después de un consejo de seguridad (ni una mata hasta ahora), la Misión Cauca, que sería la revolución en la inversión, incluso, ofreciendo un estado de excepción para que las obras se pudieran ejecutar en medio de una ilegalidad dominante en las montañas del Cauca, también después de un consejo de seguridad (hasta ahora sólo fotos de las reuniones y ningún compromiso presupuestal); lo cierto es, que una cosa es el apoyo a la Fuerza Pública y otro al gobierno, que de tanto prometer y no hacer, ya poco le creemos, y con seguridad, en la visita hecha a El Plateado, donde varias funcionarias adelantaron los disfraces del Halloween que exhibieron las selfies de sus redes sociales, los lugareños tampoco les creen.
El presidente Petro, después de dos años de una generosa e improvisada oferta de Paz Total, con ceses al fuego, suspensión de órdenes de captura y figuras incomprensibles de gestores de paz, como alias “gafas” que el país entero pudo ver hace algunos días haciéndole fuertes advertencias a una concejala del municipio de Argelia que había sido Secuestrada por este grupo, ha decidido confrontar militarmente a Iván Mordisco y sus frentes que operan en el departamento del Cauca, cambiando fuertemente el discurso con acusaciones al líder de esta organización como “chofer de Marulanda y traqueto vestido de revolucionario”, a lo que ‘Mordisco’ respondió en las redes sociales que cuando apoyaron en la campaña de Gustavo Petro a la presidencia no les decían traquetos.
Lo cierto de todo esto, es que la operación Perseo llega en la crisis más grande de los últimos tiempos en materia de seguridad y derechos humanos para el Cauca, como una acción de recuperación del perdido control territorial del Estado en el departamento, pero con las dificultades de una baja credibilidad al gobierno del cambio, y con un clarísimo problema, de que El Micay es un enclave del narcotráfico reconocido por la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito UNODC, con una importante población rural dependiente de la producción de la hoja de coca, pero con el contraste de que el resto del departamento, que es la inmensa mayoría, también queda en un estado de vulnerabilidad por las retaliaciones, donde la Fuerza Pública deberá asumir el control, no solo del Micay, sino del departamento entero.