La traición de los Alcaldes de Popayán: promesas vacías y Cinismo en la recuperación de Servicios Públicos
La Hipocresía de la Administración Local ante la Crisis de Servicios Públicos en Popayán
La ciudad de Popayán se encuentra atrapada en una encrucijada legal y administrativa que ha dejado a sus ciudadanos en un estado de incertidumbre y desconfianza.
Los hechos hablan por sí mismos: César Cristian Gómez, durante su mandato como alcalde, firmó un contrato con la empresa EMTEL S.A. E.S.P. para la modernización de los servicios de tránsito y transporte, un contrato que, según la Fiscalía, no cumplió con los requisitos legales y fue realizado en interés indebido.
Este contrato, que ha sido objeto de investigaciones por parte hasta de la Corte Suprema de Justicia, ha puesto en jaque la transparencia y la legalidad en la administración pública de Popayán.
Sin embargo, el escándalo no termina ahí. Juan Carlos López Castrillón, quien sucedió a Gómez en la alcaldía, hizo una promesa de campaña contundente: recuperar los servicios públicos y tomar las acciones legales necesarias para revertir el contrato cuestionado.
Lamentablemente, esa promesa se desvaneció tan pronto como asumió el cargo. En lugar de actuar con firmeza y en defensa del interés público, López Castrillón se limitó a justificar su inacción alegando que debía cumplir con el contrato heredado.
Para añadir insulto a la herida, López Castrillón, en un acto de cinismo que desafía toda lógica, publicó ayer en su página de Facebook un mensaje en el que alardea sobre la eficiencia de los trámites en la Secretaría de Tránsito, afirmando: "Renové mi licencia de conducción; en los exámenes médicos me demoré una hora, y en la Secretaría de Tránsito solo 7 minutos. Hay cosas que funcionan bien en Popayán y es justo reconocerlo. Se tenía que decir y se dijo 🐥."
Este comentario no solo es un insulto a la inteligencia de los ciudadanos de Popayán, sino que también revela una profunda desconexión con la realidad y los problemas que enfrentan los servicios públicos de la ciudad. Mientras que López Castrillón se congratula por la rapidez con la que obtuvo su licencia, los ciudadanos siguen soportando las consecuencias de una gestión cuestionable y la falta de voluntad política para corregir los errores del pasado.
Pero la cadena de promesas incumplidas no se detiene aquí. El actual alcalde de Popayán, Juan Carlos Muñoz, también hizo durante su campaña la misma promesa de recuperar los servicios públicos para la ciudadanía. Sin embargo, hasta el momento, no se ha visto ninguna acción concreta que demuestre su compromiso con esta causa. La continuidad de esta inacción solo profundiza la desconfianza y la frustración entre los ciudadanos, que ven cómo sus líderes fallan una y otra vez en cumplir sus promesas.
Para agravar aún más la situación, un miembro del equipo de empalme entre el exalcalde López Castrillón y Muñoz Bravo nos informó que el recaudo actual de Quipux supera los 120 millones de pesos. Este dinero de los payaneses, en lugar de beneficiar a la comunidad, se desvía hacia otras regiones del país. Es decir, estamos trabajando para que otros vivan sabroso a costa de los más pendejos.
La administración pública debe estar al servicio de la ciudadanía, no al servicio de sus propios intereses o de los intereses de unos pocos. Es imperativo que los líderes locales actúen con integridad y responsabilidad, especialmente cuando están en juego los recursos y el bienestar de la comunidad.
La falta de acción tanto de Juan Carlos López Castrillón como de Juan Carlos Muñoz para abordar y rectificar las irregularidades en el contrato de servicios de tránsito es una traición a la confianza de los votantes que creyeron en sus promesas de cambio y mejora.
En tiempos en que la transparencia y la rendición de cuentas son más necesarias que nunca, la ciudadanía de Popayán merece mucho más que promesas vacías y mensajes cínicos en redes sociales.
Sin lugar a dudas, Popayán y sus gentes merece un liderazgo comprometido con la verdad, la justicia y el progreso real. Se tenía que decir, y se dijo.