La valentía de romper el silencio: un llamado a la justicia y la dignidad
Una joven denuncia violencia sexual y revictimización institucional mientras exige garantías de seguridad y acceso a la justicia.
En una declaración contundente, Luna Cano, víctima de violencia basada en género, ha decidido romper el silencio que la acompañó durante años para exigir justicia y denunciar la falta de respuestas adecuadas por parte de las instituciones. Su testimonio, desgarrador y lleno de valentía, expone no solo la agresión sufrida, sino también las consecuencias psicológicas, la revictimización institucional y la presión social que enfrentó al alzar su voz.
Según Cano, los hechos ocurrieron durante un campamento organizado en noviembre de 2021, cuando tenía apenas 16 años. La agresión marcó un antes y un después en su vida, generando una serie de dificultades emocionales que la llevaron a terapia y la alejaron de su participación activa en espacios juveniles y políticos. “Me cansé de ser yo quien debe alejarse, de quien debe sentirse mal y avergonzada. La vergüenza debe cambiar de bando”, afirmó con firmeza.
Luna relató que, tras la agresión, presentó una denuncia formal en la Fiscalía el 30 de noviembre de 2022, la cual fue tipificada como acceso carnal violento. Sin embargo, denunció que el proceso ha sido lento y lleno de irregularidades. Señaló que algunos funcionarios de la Fiscalía se burlaron de los hechos y que, pese a su solicitud de avances en la investigación, no ha recibido respuestas concretas.
Adicionalmente, narró cómo fue obligada a someterse a procedimientos psicológicos invasivos que, lejos de ayudarla, revictimizaron su caso. “Exijo a la Fiscalía que me den respuestas sobre cómo va mi caso, que se le haga el debido proceso y dejen la revictimización”, expresó.
Luna decidió hacer uso del escrache, una herramienta amparada por sentencias de la Corte Constitucional, para denunciar la ineficacia de las instituciones en atender casos de violencia basada en género y reclamar la sanción de los responsables. “Hago este escrache porque estoy cansada, porque mi salud mental ha estado por el suelo y porque creo en la fuerza de nuestra voz colectiva”, aseguró.
Esta denuncia pone en evidencia la urgencia de fortalecer las políticas públicas y los mecanismos de atención a víctimas de violencia de género, garantizando procesos judiciales ágiles y libres de revictimización. El caso de Luna Cano es un recordatorio de que el silencio no debe ser una opción y que la lucha por la justicia es un derecho que no puede ser negado.
En este contexto, resulta fundamental destacar la actuación de "X", quien no solo ha sido señalado como responsable de actos de violencia sino que, según el testimonio de Luna, se ha beneficiado del respaldo de ciertas estructuras políticas en la región. Este tipo de comportamiento plantea preguntas incómodas sobre los valores y criterios que algunos partidos políticos y líderes locales priorizan al acoger personas con antecedentes cuestionables en sus filas. Saber a qué partido pertenece "X" y qué político caucano ha decidido apoyarlo es esencial, no solo para entender el entramado político que permite estas dinámicas, sino también para reflexionar sobre la responsabilidad ética y moral de quienes ostentan cargos de poder. Este caso debe ser un llamado a los partidos y líderes políticos para que revisen los principios que guían sus decisiones, prioricen la protección de los derechos humanos y dejen de ser cómplices, directos o indirectos, de la perpetuación de violencia y desigualdad en la sociedad caucana.
Un llamado a las víctimas y a las instituciones
En su declaración, Cano hizo un llamado a otras víctimas a alzar la voz, a no permitir que el temor las silencie. También exigió que las instituciones cumplan con su deber de proteger y garantizar los derechos de las víctimas. “Juntas somos más poderosas”, concluyó, instando a la sororidad y el apoyo mutuo.
Desde PeriódicoVirtual.com, queremos expresar nuestra más profunda solidaridad con Luna Cano y su familia en este difícil momento. Admiramos la valentía y la fortaleza que ha demostrado al romper el silencio y alzar su voz frente a las injusticias y violencias que ha enfrentado. Su testimonio no solo es un acto de coraje, sino también un llamado urgente a las instituciones y a la sociedad para no permitir que estos hechos queden impunes.
Nos sumamos a su exigencia de justicia y respeto por los derechos humanos, y hacemos eco de su llamado a garantizar procesos judiciales justos, libres de revictimización y centrados en la protección de las víctimas. Reiteramos nuestro compromiso como medio de comunicación para visibilizar casos como este, que requieren atención y acción inmediata, y para denunciar cualquier tipo de apoyo político o social a personas que perpetúan la violencia.
Luna, no estás sola. Desde este espacio reafirmamos nuestra disposición para ser una plataforma donde las voces como la tuya encuentren eco y respaldo. A tu familia, les extendemos nuestra fuerza y solidaridad. La vergüenza, como bien dices, debe cambiar de bando, y estamos aquí para acompañarte en la lucha por la verdad, la justicia y la dignidad.