Las disidencias lideradas por alias Calarcá sostendrán conversaciones de paz con el gobierno, pero con la presencia de cinco detenidos

La disidencia de las antiguas Farc, conocida ahora como Estado Mayor de los Bloques y Frente (EMBF), envió este viernes 11 de abril una carta al Gobierno Nacional en la que afirman que asistirán el séptimo ciclo de diálogos, pero hacen una serie de exigencias.

De acuerdo con la comunicación escrita, los mandos de la disidencia compuesta por los Bloques Magdalena Medio Comandante Gentil Duarte, Bloque Comandante Jorge Suárez Briceño y Comando Conjunto del Sur Comandante Raúl Reyes “aprobó la asistencia al VII ciclo”.

También, con la cercanía de la terminación de la vigencia del cese al fuego, el próximo 15 de abril, propusieron una “reunión extraordinaria entre las delegaciones para finiquitar los detalles del ciclo”.

La carta finaliza con el planteamiento de que en el séptimo ciclo de negociaciones participen cinco personas que en este momento están detenidos.

“Exigimos la participación de Olmedo y los presos de Anorí para el ciclo, así como cumplir con los alivios humanitarios que se han pactado en favor de toda nuestra población carcelaria, dice la carta. Aún no ha habido pronunciamiento de la delegación de Gobierno frente a estos plantemientos.

A raíz de esto, las delegaciones ya están reunidas en La Macarena, Meta, a la espera del gobierno de Gustavo Petrp

En este punto es válido tener presente que Willinton Henao Gutiérrez, conocido al interior de este grupo armado al margen de la ley como Mocho Olmedo, es el segundo al mando del Frente 33 de la disidencia de las FARC EMBF y el Gobierno lo reconoció como delegado en esa mesa de paz en febrero pasado. Sin embargo, a los pocos días, fue capturado con fines de extradición.

La captura de Mocho Olmedo fue la segundo de un disidente de FARC en la mesa con Petro. Días antes había ocurrido la de Giovanni Andrés Rojas, conocido como Araña, e integrante de otra disidencia de las FARC, la Coordinadora Nacional Ejército Bolivariano, capturado al cierre de un ciclo en Bogotá.

El Frente 33, donde estaba el Mocho Olmedo y que opera principalmente en Catatumbo, fue primero blanco de ataques por parte del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y luego ha protagonizado varios enfrentamientos con esa guerrilla por el control de esa región.

Mientras tanto, los preso de Anorí son cuatro personas que permanecen detenidas desde el pasado 23 de julio cuando fueron capturadas mientras usaban camionetas de la Unidad Nacional de Protección (UNP).

Ese hecho generó polémica pues, aunque los integrantes de la delegación pueden transportarse en esas camionetas —entre otras cosas en virtud del proceso de paz—, dentro de esos vehículos estaban varios disidentes que tienen órdenes de captura vigentes. Las reglas del uso de ese tipo de transporte prohíbe la movilización de personas que sean solicitadas por las autoridades judiciales colombianas.

Entre los detenidos ese día están Édgar de Jesús Orrego Arango, conocido como Firu, cabecilla de la estructura 36 de esa disidencia, y Ómar Delgado Novoa, conocido como Boyaco o Hermes, ambos con órdenes de captura vigentes. También estaban Wenser Yosony Duque, conocido como Oliver González, cabecilla de comisión del frente Raúl Reyes, y María Alejandra Ojeda Londoño, capturada por porte ilegal de armas.

Todos fueron nombrados gestores de paz en septiembre en el 2024. Aunque se esperaba con ese nombramiento salieran de la cárcel, ello aún no ha pasado y ha sido una petición constante por parte de la disidencia a esa mesa. Esa decisión, en todo caso, recae en las manos de un juez de la República.

El ciclo de diálogo con esta disidencia fue anunciado por las partes el pasado 19 de marzo y se había retrasado por la guerra en el Catatumbo que provocó el ataque del ELN a esa zona del país y los posteriores enfrentamientos entre esa guerrilla y el Frente 33 de la disidencia de Calarcá que hace presencia en esa región.