Los tropiezos de la paz
Por: Óscar Rodrigo Campo Hurtado
Finalizó la semana del 21 de mayo con varias noticias que nos dejan con una terrible expectativa de lo que pudiera suceder en los próximos días.
Por un lado, el terrible asesinato de los cuatro menores en el Putumayo, ellos habían sido reclutados forzadamente por las disidencias del Estado Mayor Central de las FARC, cuando intentaron escapar de la esclavitud de la guerra, fueron baleados sin ninguna consideración.
El domingo, después de un Consejo de Seguridad, el presidente Petro suspendió el cese al fuego en el Meta, Caquetá, Guaviare y Putumayo, con el grupo armado que cometió el aberrante acto e invitó a las estructuras del resto del país a persistir en el esfuerzo del diálogo de la Paz total.
Ayer lunes, el grupo EMC de las FARC se pronunció informando la suspensión del cese al fuego en algunos departamentos, lo que en la práctica representa una ruptura con toda la organización y en todo el país.
¿Qué significa este cruce de mensajes?
En la realidad que vivimos, la respuesta es la reactivación de las operaciones militares en el Meta, Caquetá, Guaviare y Putumayo, pero también, el reinicio de las operaciones violentas por parte del EMC - FARC en el resto del país. Una escalada de asesinatos, extorsiones, secuestros, miedo y zozobra que nos traerá de vuelta a tiempos difíciles de horror que nunca han dejado de suceder, a pesar de los anuncios del Comisionado Rueda.
El sábado, la Senadora Indígena Aida Quilcué, denunció que cerca de su residencia en Popayán, en la vereda Clarete, se detectaron movimientos inusuales que, al ser investigados por la comunidad del sector, resultó en el hallazgo de material de guerra y piezas publicitarias de la Segunda Marquetalia, otra disidencia de las FARC.
Todos los Caucanos merecemos vivir sin miedo y en paz, esa debe ser la meta colectiva y el principal esfuerzo del estado.
En la Comisión Primera de la Cámara de Representantes, realizamos una sesión de control político al Comisionado de Paz, Danilo Rueda, en ella le demostramos la ineficacia de sus esfuerzos en la distensión del conflicto en el Cauca, al igual que la ola interminable de noticias sobre actos violentos que siguen surgiendo de la mayoría de los municipios de nuestro departamento.
El presidente Petro en su comunicado manifestó que, “Si el cese al fuego bilateral no es efectivo en determinados territorios para proteger la vida y la integridad de toda la población, no tiene sentido persistir en ello”, coincidimos plenamente en esta afirmación, pero también hay que reconocer que es de total vigencia para la situación actual del Cauca.
Ante esta coyuntura, hay que hacer dos llamados urgentes al Gobierno Nacional. El primero, es que se entreguen las herramientas a la Fuerza Pública para que puedan enfrentar el desafío de la violencia que nuevamente se nos impone, para que se proteja la vida y la tranquilidad de los caucanos, esto sobre todo por la noticia que, por ejemplo, informa que el combustible de la Fuerza Aérea se acabará en junio de este año.
El otro llamado, es a replantear la estrategia de la Paz Total, que pareciera que empieza a derrumbarse en todo el país y nos somete a un espiral de desesperanza, desilusión y terror a lo largo y ancho de la nación.
Hemos sido, somos y seremos siempre constructores de Paz, es urgente un viraje en el Gobierno Nacional para que su camino tenga futuro y la expectativa de éxito retorne al espíritu nacional.