Maradona murió porque fue recluido en una vivienda que no era apta para su recuperación médica
Así lo afirmó la Fiscalía Argentina al presentar las pruebas de que el astro del fútbol fue víctima de un crimen por parte del personal médico que supuestamente lo atendía.

Este martes 25 de marzo se desarrolló en Argentina una nueva audiencia en el juicio por la muerte de Diego Armando Maradona, que tiene un total de ocho imputados.
Las declaraciones de esta jornada estuvieron enfocadas en una asunto clave que rodea al fallecimiento del '10': las condiciones de la vivienda donde pasó los últimos 14 días de su existencia.
En los tribunales de San Isidro, en Buenos Aires, brindaron testimonio Santiago Giorello, propietario de la casa de la localidad de Tigre y Andrea Flavia Jordan, la encargada de negociar el alquiler.
También declaró Jana Maradona, la menor de las hijas del excapitán de la selección argentina, quien firmó el contrato de alquiler en nombre de la familia del emblemático futbolista.
La fiscalía de ese país trata de demostrar a los jueces que la vivienda ubicada en el barrio privado San Andrés no presentaba los requisitos necesarios para una internación domiciliaria, que resultó "temeraria, deficiente, en un teatro del horror". En los días previos a su muerte, ocurrida el 25 de noviembre de 2020, Maradona se recuperaba de una cirugía en la cabeza, por un hematoma subdural.
En el inicio del proceso, el fiscal Patricio Ferarri compartió los lineamientos de la imputación basada en la presunta desidia del personal médico que lo atendió en medio de la internación domiciliaria "deficiente" previa a la muerte, ocurrido el 25 de noviembre de 2020.
Allí refirió que sin dudas se trató de "un crimen" que tuvo por víctima a Maradona, y aseguró que la prueba que será expuesta en el juicio será objetiva, de calidad y sin lugar a dudas.
La residencia en la que falleció el excampeón del mundo tiene dos pisos y cinco habitaciones, todas en planta alta. Por su delicado estado de salud, Maradona fue ubicado en una sala de juegos de la planta baja, porque no podía subir las escaleras. Las ventanas del cuarto fueron cubiertas con tablas de yeso. Además, el baño estaba lejos de la habitación donde dormía y no estaba adaptado a sus necesidades.
En su declaración, Santiago Giorello, propietario de la vivienda, ratificó lo que había declarado durante la instrucción de la causa.
Cuando se le informó que Maradona iba a alquilar la residencia "en plan de recuperación", le avisaron que habría una ambulancia permanentemente en la puerta de la vivienda, además del personal médico y enfermeros.
De acuerdo con Giorello debió ingresar a su casa, ya habitada por Maradona, el 19 de noviembre de 2020. Tenía que retirar documentación escolar de sus hijos, tras las restricciones por la pandemia de coronavirus. Según declaró ante el fiscal, no vio ninguna ambulancia.
En la audiencia, Fernando Burlando, el abogado de Dalma y Gianinna Maradona, las hijas mayores del astro argentino, le preguntó si le habían hablado sobre una "internación domiciliaria", pero dijo que no recordaba haber escuchado esa frase sino que le hablaron de una "atención personalizada".
La semana pasada, la defensa de la familia Maradona presentó como prueba una maqueta impresa en 3D de la casa de Tigre, que realizaron alumnos de la Universidad de Belgrano a pedido de Burlando. "Se trata de una prueba muy ilustrativa de cómo eran las condiciones de la casa. Era una barbaridad tenerlo a Diego ahí, parecía la casa de un acumulador", afirmó el abogado a La Nación.
"La casa era una pocilga, una mugre pocas veces vista", dijo Burlando ante el tribunal de San Isidro.