Más de 900.000 palestinos se resisten a salir de la Ciudad de Gaza
Más de 900.000 palestinos se niegan a abandonar la ciudad de Gaza a pesar de la campaña de desplazamiento forzoso que lleva adelante Israel.

La Oficina de Medios del Gobierno de la Franja de Gaza confirmó que más de 900.000 palestinos permanecen firmes en esa zona y en el norte de la Franja de Gaza y se resisten a desplazarse hacia el sur, donde las condiciones para evacuarse son extremas, con ausencia de acceso a agua, alimentación, servicios de salud seguros o un verdadero refugio.
A pesar de los brutales bombardeos del poderoso Ejército israelí, orientados a hacer imposible la vida en la principal gobernación del enclave palestina, en lo que el Gobierno gazatí y numerosos organismos han calificado como un “crimen de desplazamiento forzado permanente” que viola numerosas leyes internacionales; miles de gazatíes deciden no abandonar sus zonas, pues las supuestas área seguras del sur también son bombardeadas.
En su comunicado, la oficina aseguró que 270.000 gazatíes se han visto obligados a abandonar sus hogares durante las campañas de desalojo masivo que lleva a cabo Israel, como parte de su plan para ocupar toda la gobernación.
La oficina de medios destacó que la zona de Al-Mawasi en (gobernación de Khan Younis) y Rafah, promovidas por Israel como una “zona humanitaria segura”, ha sido bombardeada más de 110 veces, ataques que han dejado como saldo más de 2.000 muertos registrados, lo cual no incluye los cientos de cadáveres que quedan atrapados bajo los escombros.
De modo que no sorprende que más de 22.000 gazatíes hayan regresado desde estas áreas del sur —informó la oficina— a sus barrios originales en la Ciudad de Gaza hasta el mediodía de este 20 de septiembre después de haber trasladado sus permanencias al sur, donde no hallaron condiciones básicas para establecerse y la vida se hace “casi imposible”.
El medio además recordó que Israel ha designado solo el 12% de la superficie total de Gaza como “zonas de refugio”, e intenta obligar a más de 1.7 millones de personas a residir en ellas, en lo que el Gobierno gazatí considera “campos de concentración” destinados a despoblar la Ciudad de Gaza y el norte del enclave.
Huir de sus hogares en la ciudad de Gaza en medio de los ataques israelíes ahora le cuesta a una sola familia aproximadamente 3.180 dólares, denunció la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo, Unrwa, este viernes 19 de septiembre, mientras la escasez de combustible, la prohibición a la entrada de suministros y los espacios superpoblados asfixian a los gazatíes.
La Unrwa destacó múltiples desafíos: escasez de combustible, una prohibición de casi siete meses de suministros básicos para sobrevivir, espacios temporales superpoblados y difíciles de encontrar, y el colapso de los ingresos de los hogares después de casi dos años de guerra, en una ciudad donde no tener efectivo equivale a no poder comprar absolutamente nada.
Los costos estimados para una sola familia que busca refugio: 1.000 USD para un taxi, 2.000 USD para una carpa familiar y 180 USD para un espacio de terreno, lo que da un total de 3.180 USD.
UNRWA instó a la comunidad internacional a proporcionar ayuda para aliviar las crecientes presiones financieras y humanitarias sobre las familias desplazadas en Gaza.
Para conseguir desplazar a la población de la Ciudad de Gaza, el Ejército israelí intensificó las operaciones de demolición de edificios residenciales en la ciudad de Gaza, mediante bombardeos aéreos quirúrgicos en barrios como Al-Zeytoun y Al-Sabra, así como las detonaciones de vehículos bomba en el noroeste del enclave.
Este sábado, el movimiento de resistencia palestino Hamás denunció que la ocupación israelí utiliza carros no tripulados cargados con toneladas de explosivos en barrios residenciales de la Franja de Gaza para hacer volar a los palestinos, lo que calificó como un crimen de guerra y un acto de limpieza étnica.
De acuerdo con la milicia gazatí, en una sola semana se documentó la detonación de alrededor de 120 vehículos bomba con cientos de toneladas de explosivos, causando destrucción masiva y un número indeterminado de víctimas civiles.
Pese a todos los intentos de exterminio que Israel lleva adelante contra la población gazatí, miles de palestinos se resisten a que la ocupación complete la colonización de sus hogares y calles, ya irreconocibles, pero son las únicas que pueden reclamar como propias en todo el mundo.