Movilidad Futura S.A.S.: la promesa incumplida que Popayán no puede seguir sosteniendo
Han pasado más de 15 años desde que el proyecto Movilidad Futura S.A.S. se instauró con bombos y platillos como la tabla de salvación para el caótico sistema de transporte público de Popayán.
Movilidad Futura no solo ha fracasado en la ejecución del Sistema Estratégico de Transporte Público (SETP), sino que se ha convertido en símbolo del despilfarro burocrático. Desde su creación, ha sido escenario de denuncias por nombramientos sin cumplimiento de requisitos legales, contratos que no se liquidan, recursos nacionales que se han perdido por falta de cofinanciación municipal, y una ciudad entera que se siente estafada.
Desde su puesta en marcha, se ha caracterizado por una cadena de errores administrativos que ha continuado sin correctivos estructurales. La gestión posterior, encabezada por otros gerentes, no logró revertir el rumbo. Y hoy, con Raúl Ibarra Bermúdez al frente, un arquitecto con formación académica sólida y una hoja de vida que incluye cargos como Secretario de Planeación e Infraestructura en Sucre y Patía, e incluso como alcalde encargado, la historia no ha cambiado.
Ibarra llegó con el respaldo técnico y la experiencia que exigía el cargo, pero los hechos son tercos: no ha logrado subsanar los múltiples problemas heredados, ni avanzar significativamente en la implementación del sistema. Bajo su dirección, los indicadores continúan en rojo. La ejecución presupuestal sigue por debajo del 50%. Más de la mitad de las rutas del sistema no operan. El recaudo electrónico es una ilusión. La infraestructura vial diseñada para el SETP es una colcha de retazos con tramos abandonados, empalmes peligrosos y puentes que nunca se construyeron.
Y mientras tanto, los recursos públicos se diluyen en una estructura institucional obesa, ineficiente, sin impacto real. La ciudadanía sigue atrapada en un sistema arcaico, con buses obsoletos, sin horarios fijos, sin calidad ni dignidad para los usuarios.
Frente a este panorama, el presidente del Concejo de Popayán, Alexander Trujillo, ha hecho una propuesta que no puede seguir ignorándose: que la Secretaría de Tránsito y Transporte del municipio asuma las funciones de Movilidad Futura S.A.S. y que esta empresa, convertida en carga muerta para los payaneses, sea liquidada. Trujillo no se equivoca. Su propuesta representa un llamado a la racionalización del gasto, a la eliminación de la burocracia innecesaria y a la necesidad de una administración que esté al servicio de la ciudadanía, no de los intereses politiqueros.
James Ruiz
En momentos en que Popayán enfrenta múltiples desafíos en infraestructura, seguridad, educación y desarrollo económico, no podemos seguir financiando elefantes blancos ni sosteniendo estructuras que no rinden cuentas. El alcalde Juan Carlos Muñoz tiene hoy una decisión histórica en sus manos: respaldar a ojos cerrados a un gerente que no ha dado los resultados que la ciudad necesita, o apoyar la idea del Concejo y devolverle al municipio el control real del sistema de transporte, con medidas concretas y orientadas a la eficiencia.
Popayán no puede esperar otros cinco años para ver funcionar un sistema estratégico de transporte. La paciencia ciudadana se agotó. La confianza está en su punto más bajo. Y la indignación crece cada vez que un ciudadano ve las calles destruidas, los paraderos rotos, los buses en condiciones lamentables, y las promesas de modernización convertidas en humo.
Ha llegado el momento de dejar atrás la retórica técnica y tomar decisiones valientes. Movilidad Futura S.A.S. ha fracasado. Es hora de asumirlo con responsabilidad. Por el bien de Popayán, por la dignidad de sus ciudadanos y por la correcta utilización de los recursos públicos, exigimos al alcalde actuar con determinación: relevar al actual gerente, auditar con lupa cada peso invertido, y apoyar la propuesta de reestructuración total que plantea el Concejo.
Popayán no merece una movilidad futura que nunca llega. Popayán merece soluciones hoy.