Multitudinarias protestas en la ciudad de Los Ángeles contra redadas enfurecen a Donald Trump
Varias zonas del casco urbano han sido cerradas tanto al tránsito vehicular como peatonal. Efectivos policiales, tanto a pie como a caballo, patrullan los alrededores del Ayuntamiento, donde las calles lucen prácticamente desiertas

El presidente de los Estados Unidos, el reconservador y multimillonario Donald Trump, describió este domingo 8 de junio a Los Ángeles como una ciudad "invadida y ocupada por inmigrantes ilegales y criminales".
Paso seguido, expresó que las movilizaciones adelantadas en respuesta a las redadas masivas de migrantes, las cuales "fortalecen" su determinación de deportar.
"Estos disturbios sin ley solo fortalecen nuestra determinación. Estoy ordenando a la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem; al secretario de Defensa, Pete Hegseth; y a la fiscal general de la Nación, Pam Bondi (...) que tomen todas las aciones necesarias para liberar a Los Ángeles de la invasión de inmigrantes y poner fin a estos disturbios de inmigrantes", expresó el mandatario en su propia red social, Truth Social.
Las palabras de Trump llegan en el tercer día consecutivo de protestas en la ciudad de Los Ángeles, después de que el viernes 6 de junio el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas, ICE, realizara al menos siete redadas migratorias.
En respuesta a las manifestaciones desatadas, Trump ordenó el despliegue de 2.000 efectivos de la Guardia Nacional y este domingo algunos de estos militares fueron desplegados frente al edificio federal, ubicado en el centro de Los Ángeles.
La orden del presidente se ejecutó amparada en una controvertida disposición federal que pasó por alto al gobernador de California, Gavin Newsom, en un hecho sin precedentes en los últimos 60 años.
Tanto Newsom, como la alcaldesa de la ciudad de Los Ángeles, Karen Bass, han hecho un llamado a la comunidad californiana a ejercer su derecho a movilizarse de forma pacífica.
"No le den a Trump lo que quiere", escribió Newsom en las redes sociales.
Y es que las protestas realizadas este domingo 8 de junio derivaron en enfrentamientos entre manifestantes y agentes de la Policía local, Lapd, que calificaron las movilizaciones como una "asamblea ilegal", para poder dispersar a las multitudes, aunque no se han informado de capturados.
Al unísono de "qué vergüenza” cientos de personas se manifestaron en el centro de Los Ángeles por la presencia en la ciudad de la Guardia Nacional, enviada por Donald Trump, tras las protestas por los operativos migratorias adelantadas en dicho condado.
El mensaje es el mismo de los últimos días, donde los manifestantes, entre los que se contaban familias completas con niños pequeños, se opusieron a los operativos del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) y a la escalada de la Casa Blanca para presionar el poder del gobernador Newsom, con la presencia y el accionar de los militares para contrarrestar a los manifestantes.
La manifestación que comenzó frente al Ayuntamiento angelino se desplazó un kilómetro hasta donde se encontraban unas dos docenas de miembros de la Guardia Nacional al cuidado del ingreso del edificio federal, que alberga la cárcel de ICE, a los que increparon por obedecer al presidente.
El Departamento de Policía de Los Ángeles, Lapd, declaró la manifestación como "una asamblea ilegal”, lo que le permitió entrar a dispersar a los manifestantes, que en momentos le arrojaron confeti a la policía y alguna que otra botella de agua, en señal de rechazo.
Al verse empujados por las autoridades angelinas, los manifestantes se tomaron la Autopista 101, donde bloquearon el tráfico por un amplio momento. Por su parte, la Policía usó gases para dispersar a la multitud.
Los manifestantes mostraron, con banderas de diferentes países -incluida la estadounidense-, la diversidad de la comunidad del condado, el más poblado de los EE.UU., con alrededor de diez millones de habitantes. Se estima que cerca de un millón de estos es indocumentado, la gran mayoría trabajadores, es decir, las personas que ponen en marcha la economía del condado.
Trump culpó este domingo a la "izquierda radical" de estar detrás de las protestas de Los Ángeles, al asegurar que a partir de ahora no se permitirá el uso de máscaras en las movilizaciones.
Hasta la tarde de ese mismo domingo, el Lapd, no había confirmado arrestos entre los manifestantes y trataba de sacar a las personas que protestaban de la autopista, una rutina a la que están acostumbrados los manifestantes que recurren a bloquear las grandes vías para llamar la atención en una ciudad cruzada por carreteras.