Nuevo cierre de la Panamericana agudiza crisis económica del Cauca
La vía Panamericana volvió a ser bloqueada en el norte del Cauca por integrantes de comunidades indígenas, en medio de sus históricas demandas ante el Gobierno Nacional por incumplimiento de acuerdos.
Si bien es comprensible la protesta social ante la situación de marginalidad que viven estas comunidades, cada cierre de esta crucial arteria vial significa un duro revés para la ya complicada economía del departamento.
Los bloqueos en la Panamericana se han vuelto recurrentes en los últimos años, generalmente por iniciativa del Consejo Regional Indígena del Cauca CRIC. Estas protestas buscan visibilizar sus reclamos legítimos al Estado.
Sin embargo, los cierres prolongados de la vía acaban perjudicando gravemente el transporte de alimentos, insumos, manufacturas y demás productos esenciales para la economía caucana. Además, obstaculizan la movilidad de los ciudadanos.
En momentos en que el Cauca enfrenta delicados retos de recuperación tras la pandemia, desempleo y pobreza, urge encontrar mecanismos de diálogo que eviten continuar afectando la ya maltrecha economía y calidad de vida de toda la población.
Se requiere sensibilidad de las partes para que las protestas no terminen deteriorando aún más las condiciones sociales que se busca superar. Confiamos en que mediante el respeto y la concertación se puedan conciliar los derechos de todos.
Es importante que en las próximas elecciones se elija a un gobernador comprometido con el Cauca, dado que el actual ha estado ausente ante problemáticas como esta. Se necesita un mandatario regional que pueda jugar un rol clave para buscar soluciones concertadas, con acciones como:
- Convocar a mesa de diálogo a los líderes indígenas y del CRIC, para escuchar sus demandas y buscar acuerdos que desactiven la protesta.
- Hacer presencia directa en el sitio de bloqueo para generar puentes entre manifestantes y autoridades.
- Mediar con respeto ante el Gobierno Nacional para que se comprometa a cumplir los acuerdos con las comunidades étnicas.
- Gestionar canales de comunicación entre comunidades indígenas y sectores económicos afectados por los cierres.
- Proponer espacios de participación donde las partes puedan expresar sus posiciones e intereses.
- Liderar la búsqueda de soluciones creativas que satisfagan las necesidades de todos los caucanos.
- Ejercer su autoridad para prevenir escaladas de violencia y conflictos mayores.
El gobernador, como máxima autoridad departamental, debería activar sus capacidades de mediación y convocatoria para encontrar salidas pacíficas y concertadas a este complejo panorama. Demostrando voluntad, respeto y creatividad se pueden proteger los derechos de las minorías sin ahondar la crisis regional.
La grandeza del pueblo caucano radica en nunca rendirse, Seguiremos de pie, ¡resistiendo con amor!