Oscar Campo exige al Gobierno Nacional acciones urgentes ante crisis de seguridad en Santander de Quilichao

El representante a la Cámara por el departamento del Cauca, Oscar Campo, hizo un contundente llamado al Gobierno Nacional ante el progresivo deterioro del orden público en Santander de Quilichao.

El congresista, quien actualmente busca su reelección, advirtió que la política regional no puede limitarse a la retórica mientras las comunidades enfrentan el asedio de grupos violentos y el flagelo de la extorsión.

Durante su intervención, Campo reconoció el esfuerzo de la administración municipal liderada por el alcalde Luis Eduardo Grijalba Muñoz. Según el representante, la alcaldía ha asumido la responsabilidad de dar la cara con las herramientas disponibles; sin embargo, enfatizó que la capacidad de respuesta local ha llegado a su límite.

"La seguridad no puede recaer solo en los alcaldes. Se necesita autoridad real, presencia del Estado y decisiones de fondo", afirmó el congresista de Cambio Radical.

Para el legislador caucano, existe una brecha peligrosa entre el discurso oficial y la realidad que viven los ciudadanos en el norte del departamento. Campo fue enfático al señalar que el "populismo" de titulares no ofrece soluciones tangibles para:

• Las madres de familia que temen por la vida de sus hijos.
• Los comerciantes que operan bajo la presión de la extorsión constante.

La estabilidad social de un municipio que es eje económico del Cauca.

La postura de Campo se suma a las crecientes voces que piden una intervención integral en el Cauca, más allá de los consejos de seguridad esporádicos. El representante sostiene que cuando el Estado reemplaza la acción institucional por el discurso político, los grupos armados ilegales ocupan ese vacío de poder.

Santander de Quilichao es el corazón comercial y logístico del norte del Cauca. Su inestabilidad no solo afecta la seguridad ciudadana, sino que pone en riesgo la conectividad de la Vía Panamericana y el desarrollo económico de la región.

El llamado de Campo pone de relieve una tensión creciente entre los entes territoriales y la Nación sobre quién debe asumir el costo político y operativo de recuperar el orden público.

La situación en Santander de Quilichao permanece en una tensa calma mientras la ciudadanía espera que este llamado de atención en el Congreso se traduzca en un aumento del pie de fuerza y, sobre todo, en labores de inteligencia que desarticulen las estructuras criminales.

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Llamada a la acción (CTA):
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