"Papi no me demoró", las últimas palabras de Michel Dayana, asesinada en Cali

Las autoridades avanzan en la búsqueda del principal sospechoso del crimen de la menor mientras se desarrolla la investigación de los hechos

"Papi no me demoró", las últimas palabras de Michel Dayana, asesinada en Cali

Recientemente se presentó el asesinato de la joven Michel Dayana González Sierra, en Santiago de Cali, al parecer por el vigilante de un taller de pintura de carros en el barrio San Judas, de esta ciudad.

Según los informes de las autoridades, el testimonio de su padre y de algunos vecinos del sector, la menor desapareció el 7 de diciembre en la noche cuando iba a la tienda a comprar dulces.

"Le había dejado $2.000 pesos como costumbre, todos los días se los dejaba por debajo de la puerta porque yo me iba a trabajar muy temprano. Ese día le dejé los 2.000 pesos y creo que no los vio, entonces cuando yo llego a la casa los dejo encima del mesón, entonces ella dice ‘esos 2.000 pesos son míos, regálemelos que voy a ir a comprar unos mecatos’, entonces le dije ‘hágale rápido porque tenemos que salir para que se bañe y se cambie’. Me dijo, ‘bueno, papi, no me demoro’, y esa fue la última vez que vi a mi hija", relató Genaro González, padre de la menor.

Las horas pasaron y el hombre se quedó esperando el regreso de su hija, pero al ver que no regresó, informó a las autoridades y alertó a los vecinos para que revisaran las cámaras de seguridad el sector. De esta manera notaron que antes de llegar a la tienda, la menor de edad pasó por la casa de una familia que encendía sus velitas, saludó, y siguió derecho, hasta que después se la ve ingresando al taller, de donde nunca más salió.

Al día siguiente, la búsqueda de la mejor se dirigió al taller. Los empleados del lugar dijeron que no habían visto a la niña, pero sí habían encontrado manchas de sangre y golpes en los carros del lugar. Las autoridades encontraron más tarde el cuerpo desmembrado de la menor entre una caneca de basura y una maleta.

La investigación concluyó que la única persona que se encontraba en el taller esa noche era el vigilante Harold Andrés Echeverry, por quién ofrecen una recompensa de 100 millones de pesos para dar con su paradero.En el pasado, el mismo sujeto había sido señalado de abusar sexualmente a otra menor.