“Perpetúa la violencia de género”, la respuesta de la Defensoría del Pueblo ante los comentarios machistas del presidente del Unión Magdalena
Eduardo Dávila aseguró que el fútbol no es un deporte apto para las mujeres, causando una dura respuesta de dicha organización humanitaria.

El empresario Eduardo Dávila, máximo accionista del equipo de fútbol Unión Magdalena, causó una marcada controversia luego de unas declaraciones que hizo en una entrevista en la que manifestó su tajante oposición a la implementación de un equipo femenino en su club.
Según Dávila, “mientras yo esté manejando esto, no”, refiriéndose a la posibilidad de tener un equipo femenino en el futuro. Afirmó que no está de acuerdo con el fútbol femenino, calificándolo como un deporte inapropiado para las mujeres.
Esto causó la reacción de varios sectores, desde jugadoras hasta órganos institucional como la Defensoría del Pueblo, en cabeza de Iris Marín, quien rechazó las declaraciones del dirigente deportivo quien es investigado de ordenar el homicidio de una mujer y recordó logros recientes en el fútbol femenino en el ámbito de selecciones e individuales
“¿Las mujeres no servimos para el fútbol? Le recuerdo al accionista del Unión Magdalena, Eduardo Dávila, los logros históricos del fútbol femenino del país: Cuartos de final en la Copa Mundial Femenina 2023, Subcampeonas de la Copa América Femenina en 2010, 2014 y 2022, y Campeonas en los Juegos Panamericanos Lima 2019.
Paso seguido, se recordó los logros de una serie de futbolista: Mayra Ramírez brilla en Inglaterra con el Chelsea; Catalina Usme en el Galatasaray; Daniela Montoya en el Gremio de Brasil; Leicy Santos en el Washington Spirit de EEUU; y ni qué decir de Linda Caicedo que tiene una destacada participación en el Real Madrid y es la única persona colombiana que ha sido nominada al balón de oro.
"Sus declaraciones son lamentables y obsoletas, discriminan a las mujeres en el fútbol, replica estereotipos machistas y perpetúan la violencia de género y las barreras que históricamente han obstaculizado el acceso y desarrollo de talentos femeninos en condiciones de igualdad en el sector del deporte, la recreación y la actividad física", agregó el dirigente deportivo.
Después, en una entrevista para el programa W Fin de Semana de esa emisora privada, Dávila trató de darle un supuesto contesto a sus palabras, afirmando que sus comentarios eran simplemente una “posición personal” y que no se esperaba que todos compartieran su posición frente al tema.
Sin embargo, reiteró su firme postura de que, si el fútbol femenino se volviera una obligación o imposición, él cedería, pero que de ser por decisión propia, nunca implementaría un equipo femenino en su equipo. Aclaró que su rechazo no se basa en la capacidad de las mujeres para practicar fútbol, sino en su creencia de que no es el deporte más adecuado para las mujeres.
Las declaraciones de Dávila no finalizaron en ese punto. En la misma entrevista, el empresario se refirió a una sentencia de violencia de género que se le impuso en 2007, cuando la justicia lo encontró culpable de ordenar el homicidio de una ciudadana.
Dávila negó las acusaciones, afirmando que “la justicia se equivocó” y que está en proceso de revisión de la condena, asegurando que demostrará con pruebas su inocencia.
“Desde la Coordinadora Futbolera y Feminista de Colombia rechazamos contundentemente las declaraciones de Eduardo Dávila accionista del Club Unión Magdalena, las cuales no solo resultan desacertadas y ofensivas, sino que perpetúan las violencias estructurales que históricamente han padecido las mujeres al interior de los escenarios deportivos", manifestaron colectivos feministas y barras del fútbol de mujeres.
"Estas expresiones, cargadas de desprecio y prejuicio, no solo invisibiliza el trabajo y la trayectoria de miles de jugadoras, entrenadoras, árbitras, periodistas, gestoras, hinchas y demás profesionales que día a día construyen el fútbol, sino que también refuerzan las violencias estructurales que históricamente han limitado el desarrollo equitativo del deporte, agregaron defensoras de los derechos de la mujer.
Rechazamos la normalización de discursos machistas, clasistas y misóginos que las mujeres históricamente hemos recibido por parte de dirigentes inescrupulosos. Las palabras de Eduardo Dávila no pueden quedarse como una opinión aislada o un error; son el reflejo de la cultura patriarcal arraigada en el fútbol colombiano, que por años ha negado espacios y oportunidades a las mujeres
Exigimos respeto, garantías y compromiso por parte de los actores del deporte en todos los niveles. Hacemos un llamado a las instituciones públicas y privadas, a los medios de comunicación, a los clubes, a la sociedad en general a que se pronuncien y se sumen activamente en la construcción de un fútbol libre de violencias y discriminaciones".