Popayán al borde de una masacre laboral de docentes: 188 educadores provisionales en riesgo inminente de despido

Cada vez más la capital del Cauca vive una crisis social y humanitaria ante la posible ausencia de un liderazgo desde las autoridades locales.

Popayán al borde de una masacre laboral de docentes:  188 educadores provisionales en riesgo inminente de despido



Hoy, la voz de la indignación resuena en cada rincón de nuestras escuelas de la Hildalga Ciudad de Popayán.

Más de 188 docentes provisionales del municipio de Popayán están al borde de perder su empleo, víctimas de una decisión administrativa que podría desatar una verdadera masacre laboral en el sector educativo.

Lo que está en juego no es solo la estabilidad laboral de estos maestros y maestras, sino la continuidad de un servicio educativo que han sostenido con compromiso y vocación por años.

Un fallo judicial que genera desarraigo y desprotección

La activación del traslado de docentes de carrera al municipio, en cumplimiento de una tutela interpuesta por una docente y respaldada por ASOINCA, ha desencadenado esta crisis.

Aunque legalmente el proceso puede justificarse, las consecuencias humanas son devastadoras: los educadores provisionales que han hecho posible el funcionamiento diario de las instituciones educativas de Popayán se verían desplazados sin ninguna garantía.

“No se trata de cifras frías, sino de vidas, familias y sueños”, han dicho los propios docentes. Lo que parece un simple ajuste administrativo pone en riesgo la dignidad de quienes han dedicado años al servicio público, sin el respaldo de una planta, pero con todo el amor por la educación de los niños y niñas del Cauca.

El silencio institucional frente al Decreto 0277

A esta crisis se suma un segundo hecho alarmante: la implementación incompleta y tardía del Decreto 0277, que ha generado vacantes sin ocupar y aulas sin maestros. Lo grave no es solo la ausencia de profesores, sino que esas plazas pudieron haberse ofertado para dar continuidad laboral a quienes hoy enfrentan el despido. Sin embargo, la gestión del Ministerio de Educación ha sido nula.

La falta de articulación entre el gobierno nacional y las autoridades locales desnuda una profunda crisis de planificación y sensibilidad. En lugar de proteger y promover a los educadores de la región, postulantes externos resultan beneficiados, mientras cientos de caucanos quedan fuera, sin que nadie responda.

¿Dónde está la inversión prometida por el Gobierno Nacional?

Aún más grave resulta la contradicción con el discurso oficial. El presidente Gustavo Petro ha anunciado la inversión de 20 billones de pesos adicionales para la educación, pero ese dinero no se traduce en ampliación de la planta docente ni en atención a los territorios. Mientras tanto, en Popayán, faltan maestros y sobran excusas.

Nos preguntamos con profunda preocupación:

●      ¿Por qué no se invierten esos recursos en consolidar la estabilidad laboral docente?

●      ¿Dónde queda la voluntad política cuando se trata de proteger a quienes están en la primera línea de la educación pública?

●      ¿Quién responde por esta dolorosa incoherencia entre lo que se promete y lo que realmente sucede?

El “plan de contingencia”: otra forma de violencia institucional

Frente a esta inminente masacre laboral, la Secretaría de Educación de Popayán prepara lo que ha denominado un “plan de contingencia”. Pero lejos de ser una solución estructural, esta propuesta parece más una medida desesperada para maquillar una crisis evitable. No se trata de contingencias: se trata de personas, de profesionales, de comunidades que no pueden ni deben ser descartadas.

Un llamado a la acción colectiva y a la defensa del magisterio

Hoy exigimos respuestas. Exigimos respeto. Exigimos coherencia. Esta no es una crisis jurídica: es una crisis humana, educativa y moral. Si se concreta el despido de estos 188 docentes, será una tragedia para Popayán, para su sistema educativo y para miles de estudiantes que verán interrumpido su proceso de aprendizaje.

Desde esta tribuna hacemos un llamado urgente a:

●      Los medios de comunicación, para visibilizar esta situación.

●      Las organizaciones sociales y sindicales, para rodear a los docentes afectados.

●      El Ministerio de Educación, para que intervenga de forma inmediata y sensata.

●      La sociedad civil, para que no calle cuando está en juego la dignidad del magisterio.

Educadores provisionales: no están solos

Este es el momento de la solidaridad, de la movilización, del reconocimiento real al papel que cumplen los y las docentes en la construcción del país. Popayán no puede permitir que quienes han sostenido sus aulas sean tratados como reemplazables. La educación no se improvisa. La justicia laboral no se posterga.