Popayán en peligro: la ANI avanza, pero el liderazgo local brilla por su ausencia

Popayán no puede permitirse otra concesión a ciegas

Popayán en peligro: la ANI avanza, pero el liderazgo local brilla por su ausencia

El proyecto de la doble calzada Popayán-Estanquillo, impulsado por la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), tiene el potencial de transformar la conectividad del suroccidente colombiano. Sin embargo, lo que debería ser un gran logro para la infraestructura se perfila como un nuevo capítulo de improvisación, desinterés técnico y negligencia por parte de las instituciones locales y los actores políticos responsables. Esta vez, Popayán no puede permitirse errores históricos. El gobernador del Cauca, Octavio Guzmán, los congresistas caucanos, el alcalde Juan Carlos Muñoz, la Secretaría de Tránsito y Movilidad, incluso el gerente de Movilidad Futura deben asumir un papel decisivo. El tiempo para actuar es ahora.

El silencio de quienes deberían liderar

Es alarmante que, a solo días de la reanudación del cronograma de licitación, las Secretarías de Infraestructura, Planeación y Tránsito desconozcan los alcances específicos del proyecto. La ANI promete conectar regiones y dinamizar economías, pero los detalles que afectan directamente a Popayán, como la ubicación de retornos, intersecciones, pasos peatonales y ciclovías, permanecen en la sombra. Esta opacidad no solo limita la capacidad de la ciudad para planificar, sino que amenaza con imponer una barrera infranqueable al desarrollo occidental del municipio.

¿Dónde están los congresistas caucanos, quienes deberían ser la voz firme en Bogotá para proteger los intereses de Popayán? Su ausencia en la discusión es un abandono inadmisible. ¿Dónde está el liderazgo del alcalde y de las secretarías competentes? Mientras los representantes locales se sumen en la inacción, se perpetúa la narrativa de una ciudad relegada y sin dirección técnica.

Los riesgos de la improvisación

La experiencia de la concesión Popayán-Santander de Quilichao es una advertencia clara: las decisiones mal planeadas y apresuradas condenan a la ciudad a décadas de limitaciones. En esa ocasión, nadie advirtió que el puente de salida de Popayán sería un cuello de botella hasta que fue demasiado tarde. Hoy enfrentamos un escenario similar. La falta de soluciones de retorno adecuadas, intersecciones deficientes y un diseño centrado únicamente en la conexión regional, no en las necesidades locales, condenará a Popayán a vivir 20 años atrapada en semáforos e infraestructura insuficiente.

El impacto será devastador: aislamiento de sectores residenciales en crecimiento, imposibilidad de atender emergencias desde la Estación de Bomberos del Norte, y barreras para peatones y ciclistas en una ciudad que necesita soluciones de movilidad sostenible.

Es momento de que los actores responsables se sacudan de su inercia. A los congresistas caucanos: exijan una audiencia urgente con la ANI y defiendan los intereses de la ciudad que los eligió. Al alcalde Juan Carlos Muñoz: lidere con firmeza, convoque a las Secretarías de Infraestructura, Planeación y Tránsito, y garantice que Popayán participe en la estructuración del proyecto. A la Secretaría de Tránsito y al gerente de Movilidad Futura: presenten propuestas concretas y técnicas que garanticen soluciones reales y sostenibles para los problemas de movilidad local.

Popayán necesita intersecciones bien diseñadas, retornos estratégicos, pasos peatonales y espacios para ciclistas. Necesita una planificación urbana que anticipe el crecimiento de la ciudad y garantice la conectividad de sus barrios, escuelas y hospitales. Y, sobre todo, necesita una visión que priorice el bienestar de sus habitantes.

El tiempo se agota

Quedan menos de 20 días antes de que se reanude el cronograma del proyecto de licitación. Si no actuamos ahora, quedaremos condenados a años de colapso vial y oportunidades perdidas. No se trata de oponerse al progreso, sino de exigir que este se haga bien. Popayán no merece ser una ciudad que aplaude desde las gradas mientras otros deciden su destino.

Que este llamado resuene donde debe: en los despachos de los congresistas caucanos, en las oficinas de la Alcaldía, en las Secretarías de Infraestructura y Tránsito, y en los pasillos de Movilidad Futura. El futuro de Popayán está en juego, y la indiferencia no es una opción.