Popayán exige cambios: Funcionarios que obstaculizan el progreso de la ciudad deben ser destituidos de sus cargos
El día de hoy presento renuncia de Carlos Horacio Gómez, secretario de despacho y considerado por muchos como un obstáculo en el camino hacia la recuperación de Popayán.
Su salida, motivada por una inminente moción de censura, debería ser una oportunidad para renovar el compromiso con el progreso y la eficiencia administrativa que tanto necesitamos. Sin embargo, nos preocupa enterarnos de que el alcalde Juan Carlos Muñoz Bravo, en un acto que muchos perciben como obstinado, supuestamente planea nombrarlo como secretario de gobierno tras la renuncia de Consuelo Chantre, quien tampoco dio los resultados esperados por la ciudadanía.
Esta decisión no solo parece trasladar el problema en lugar de resolverlo, sino que también desafía al Concejo Municipal de Popayán. Un concejo que, a diferencia de administraciones pasadas, ha demostrado un trabajo digno y comprometido con los intereses de la ciudadanía. Es esencial que este órgano siga actuando de acuerdo con las necesidades de transformar Popayán y deje atrás las prácticas politiqueras de antaño.
Además, es importante señalar que Ana Patricia Prado, jefa jurídica del municipio, también deberá dar explicaciones a la ciudadanía. Conocemos de primera mano que ella ha sido señalada como otra de las personas que obstaculiza varios de los procesos que han impedido una ejecución satisfactoria en la administración municipal, una ejecución que, sin lugar a dudas, es vergonzosa. Si es necesario, el Concejo debería considerar una moción de censura en su contra. Todo aquel que sea una piedra en el camino y un tropiezo para el progreso debe ser removido, sin importar absolutamente nada más que los intereses de Popayán y sus gentes.
Al cierre del primer año de gestión del alcalde Muñoz Bravo, el panorama es de incertidumbre y frustración. Las esperanzas depositadas en su promesa de recuperar Popayán en alianza con la ciudadanía se enfrentan a una realidad de inacción y falta de articulación en su equipo de trabajo. Los indicadores de gestión son bajos, y figuras clave han sido señaladas como responsables de esta parálisis administrativa.
Es justo reconocer y apoyar el papel del actual Concejo Municipal, que ha demostrado ejercer un control político serio y comprometido con el interés general. La moción de censura contra el secretario Gómez es un claro ejemplo de su disposición para tomar medidas cuando es necesario. La ciudadanía espera que estas acciones se traduzcan en cambios reales y que aquellos funcionarios que no contribuyen al progreso de Popayán sean reemplazados por líderes competentes y comprometidos.
Los errores del pasado pesan sobre nuestra ciudad. La privatización de servicios públicos esenciales y la creación de empresas mixtas que favorecieron intereses privados dejaron heridas en nuestra memoria colectiva. Es imperativo que no repitamos estas prácticas y que trabajemos juntos para garantizar que el patrimonio y los recursos de Popayán se utilicen en beneficio de todos sus habitantes.
Es imperativo advertir a los funcionarios de esta administración, que hasta ahora ha demostrado ser fallida, que antes de siquiera pensar en armar componendas para postularse a cargos de elección popular o soñar con suceder al alcalde Juan Carlos Muñoz Bravo, como lo hizo Edwin Meneses en su momento o como parece estarlo haciendo el secretario general Edwin Muñoz, reflexionen profundamente sobre su desempeño. Edwin Muñoz, quien tal vez, al no ser oriundo de esta tierra, carece del arraigo, del sentido de pertenencia y del orgullo que conlleva ser payanés, debería comprender que el liderazgo no se basa en ambiciones personales, sino en un compromiso genuino con el bienestar de Popayán. Antes de buscar más poder, es fundamental que cada uno de ellos asuma la responsabilidad de servir con honestidad, transparencia y resultados concretos, porque esta ciudad no necesita promesas vacías, sino hechos que honren su historia y dignifiquen a su gente.
Necesitamos una administración que comprenda que gobernar es planificar y ejecutar con visión y compromiso, no improvisar. Una administración que escuche a su ciudadanía y trabaje de la mano con ella para enfrentar los problemas que nos aquejan. También es fundamental contar con una ciudadanía activa, crítica y propositiva, que vigile y participe en las decisiones que afectan el rumbo de nuestra ciudad.
Popayán no puede seguir siendo la ciudad de las promesas incumplidas. Es hora de exigir transparencia, eficiencia y compromiso a nuestros gobernantes. Nada ni nadie nos podrá robar la esperanza de un mejor presente y futuro. Construyamos juntos la ciudad que soñamos, con la unidad como bandera y la grandeza como objetivo.
La tarea es ardua, pero posible. Con liderazgo responsable y participación ciudadana, Popayán puede recuperar su gloria perdida y avanzar hacia un desarrollo que beneficie a todos. Es momento de estar a la altura del desafío y demostrar que, unidos, somos capaces de lograr grandes cosas para nuestra querida ciudad.