Popayán: la capital abandonada en la doble calzada de la Panamericana
En un país donde la infraestructura vial refleja las prioridades del Estado, Popayán sigue siendo la gran olvidada.
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Mientras el resto de ciudades intermedias del suroccidente colombiano cuentan con la garantía de una doble calzada que optimiza la movilidad y la seguridad vial, la capital del Cauca sigue condenada a una carretera obsoleta y peligrosa. Lo que debería ser una prioridad nacional se ha convertido en otro símbolo del centralismo y el desinterés del gobierno.
El líder político y social Santiago Zambrano ha puesto el dedo en la llaga: Popayán es la única ciudad en la ruta Panamericana entre Cali y Pasto que no tiene garantizada su doble calzada. Un hecho que no solo revela la falta de visión de los dirigentes locales, sino la indiferencia sistemática del gobierno nacional hacia el Cauca.
Increíblemente #Popayán es la única población sobre la panamericana entre Popayán y Cali que hoy no tiene garantizada su doble calzada y de las pocas capitales del país en las cuales su vía nacional no la tiene. (abro🧵 6)
— Santiago Zambrano Simmonds (@santiagozamb) February 14, 2025
La miopía de los políticos: décadas de abandono
Desde el 2015, la sociedad civil ha exigido que esta obra sea una realidad. Sin embargo, ni el gobierno de turno ni los representantes políticos del departamento movieron un solo dedo para incluirla en el proyecto de la doble calzada Popayán-Santander de Quilichao. Gobernadores y alcaldes pasaron sin asumir esta bandera como una lucha prioritaria, dejando a Popayán rezagada en términos de infraestructura y competitividad.
Ahora, después de años de presión, se logró incluir en la licitación El Estanquillo-Popayán, pero a través de una APP que enfrenta serios problemas financieros. Es decir, el gobierno optó por una fórmula incierta en lugar de ejecutar la obra con recursos públicos, dejando en el aire la esperanza de que esta doble calzada se materialice en un tiempo razonable.
La falta de voluntad política ha costado vidas. La vía actual no solo retrasa el desarrollo, sino que también es escenario constante de accidentes fatales. ¿Cuántos muertos más se necesitan para que el gobierno entienda la urgencia de esta obra?
Un gobierno de anuncios, no de ejecuciones
Este gobierno ha demostrado que los anuncios no se traducen en hechos. La incertidumbre sobre la APP es solo un ejemplo más de la ineficacia con la que se manejan los proyectos estratégicos en el país. Si realmente se hubiera querido construir la doble calzada en Popayán, se habría hecho con recursos públicos desde hace años.
Dinero había. Solo con los sobrecostos de la variante de Rosas o con una mínima parte de los escandalosos derroches en corrupción de la UNGRD se habría podido financiar esta obra. Pero el Cauca, y en particular su capital, nunca ha estado en la agenda de quienes toman decisiones desde Bogotá.
¿Dónde están los políticos afines al gobierno?
Aquí es donde entran quienes hoy defienden al gobierno de Gustavo Petro. Si realmente representan los intereses del Cauca, deben dejar de lado la retórica y exigir resultados concretos. No basta con discursos progresistas si al final la región sigue igual de abandonada que antes. Es momento de ver si los congresistas y líderes políticos que dicen ser la "nueva política" tienen la capacidad de corregir esta injusticia histórica.
Popayán no puede seguir esperando ni conformándose con promesas vacías. Es hora de que el gobierno actúe y garantice la doble calzada de una vez por todas. No más dilaciones, no más indiferencia.