Popayán Llora la Partida del "Gato", Ícono de Lucha y Dignidad
En un día teñido de tristeza, Popayán se despide a Jorge Benavides, mejor conocido como el "Gato".
Este hombre singular, cuya presencia se había convertido en un símbolo de lucha y dignidad en las calles de la ciudad, ha partido de este mundo tras un paro cardiorrespiratorio.
El "Gato" no era un personaje ordinario. Su figura, envuelta en harapos y su mirada penetrante, ocultaba una sabiduría profunda y una voz que desafiaba los convencionalismos. A través de sus palabras y acciones peculiares, nos desafiaba a reflexionar sobre las injusticias sociales, la desigualdad y la importancia de preservar la dignidad humana.
Su vínculo con la Universidad del Cauca era innegable. Aunque no formaba parte del claustro estudiantil o académico, su presencia en los pasillos y recintos de esta institución era una constante. Allí, donde se forjan las mentes y se cultiva el conocimiento, el "Gato" encontró un hogar espiritual y un escenario para compartir sus enseñanzas.
En un conmovedor mensaje compartido desde una de las páginas no oficiales de la Universidad del Cauca en Facebook, se lee: "Hoy despedimos a un compañero que se convirtió en símbolo de la lucha por la dignidad en Popayán. Unicauca siempre será tu casa y en tu nombre la defenderemos. Hasta siempre, Gato".
Estas palabras resuenan como un eco en los corazones de todos aquellos que alguna vez se cruzaron con el "Gato" en las calles de Popayán. Su partida deja un vacío difícil de llenar, pero también un legado imperecedero de valentía y autenticidad.
A pesar de su apariencia humilde y su estilo de vida alejado de los lujos materiales, el "Gato" poseía una riqueza interior invaluable. Sus enseñanzas, impartidas a través de frases contundentes y gestos desafiantes, nos recordaban la importancia de cuestionar las normas establecidas y luchar por un mundo más justo y compasivo.
En una sociedad cada vez más atrapada en las garras del consumismo y la superficialidad, el "Gato" representaba una voz disidente que nos invitaba a reflexionar sobre lo verdaderamente esencial: la dignidad humana, la compasión y la solidaridad con los más desfavorecidos.
Hoy, Popayán se une en un luto colectivo, pero también en un reconocimiento profundo a este hombre que, a su manera peculiar, nos retó a ser mejores personas. El "Gato" puede haber abandonado este plano terrenal, pero su espíritu indomable y su llamado a la justicia social permanecerán impresos en el corazón de esta ciudad.
Que su partida sea un recordatorio constante de la importancia de alzar la voz contra las injusticias y defender la dignidad de todos los seres humanos. El "Gato" ha dejado una huella indeleble en Popayán, y su legado perdurará como una llama de esperanza en la lucha por un mundo más compasivo y equitativo.