Popayán: luces y sombras en materia de seguridad durante el inicio de 2025

Mientras algunos delitos disminuyen, preocupa el aumento de la violencia contra la mujer y los homicidios en ciertas comunas

Popayán: luces y sombras en materia de seguridad durante el inicio de 2025

La capital caucana registró una serie de variaciones significativas en sus indicadores de seguridad y convivencia durante el primer cuatrimestre del año, según el más reciente informe del Observatorio Integral de Paz, Derechos Humanos y Comportamiento Delictivo adscrito a la Secretaría de Gobierno municipal.

Entre enero y abril de 2025 se reportaron 26 homicidios, lo que representa un incremento del 18,2 % frente al mismo periodo de 2024 (22 casos). Las comunas 2 y 7 concentraron la mayoría de los hechos violentos. Del total de víctimas, 24 fueron hombres y 2 mujeres. Marzo fue el mes más crítico, con 9 asesinatos, casi el doble de los registrados en el mismo mes del año anterior.

Pese a este repunte en homicidios, otras expresiones delictivas mostraron una tendencia a la baja, particularmente las lesiones personales, que cayeron un 18 %, pasando de 360 a 295 casos. Las riñas siguen siendo la principal causa, representando el 60,7 % del total, y ocurriendo principalmente los lunes, miércoles y domingos. Las comunas más afectadas por este delito fueron la 2, 7 y 8.

En contraste, la violencia contra la mujer se disparó: 672 casos en los primeros cuatro meses, frente a 422 en el mismo periodo de 2024, lo que significa un aumento alarmante del 59,2 %. Esta violencia se manifestó especialmente en forma de hurtos, violencia intrafamiliar, lesiones personales y extorsiones. Las comunas 2, 4, 7 y 1 reportaron los niveles más altos.

En cuanto a delitos sexuales, se evidenció una reducción del 32 %, mientras que los casos de violencia intrafamiliar descendieron un 59,7 %, con una mayor incidencia en las comunas 6, 7 y 2 durante 2025.

Respecto al hurto a personas, se contabilizaron 1.031 casos, lo que representa una disminución del 15 % respecto al 2024. Las comunas 4, 1 y 8 concentraron la mayoría de los reportes. En cuanto al género, el 51 % de las víctimas fueron hombres y el 49 % mujeres. Cabe destacar que el 56,7 % de los hurtos se cometieron sin armas y solo el 17,4 % con armas de fuego.

Uno de los delitos que más afecta la cotidianidad de los payaneses, el hurto de motocicletas, también presentó una reducción significativa del 24,6 %, pasando de 403 a 304 casos. Aun así, se mantiene como un reto por resolver, considerando que Popayán proyecta tener cerca de 70.000 motos circulando hacia final de año. El 54 % de las motocicletas robadas en 2025 fueron recuperadas por la Policía.

Por su parte, el hurto de automotores bajó un 39,5 %, y el hurto a comercios disminuyó un 44 %, mostrando una acción más efectiva en la vigilancia urbana y comercial. El hurto a residencias, sin embargo, subió un 9,7 %, pasando de 84 a 93 casos.

Finalmente, los accidentes de tránsito aumentaron un 39 %, con 149 casos registrados frente a 107 en 2024. Este repunte obliga a una revisión urgente de las políticas de movilidad y cultura vial.

Estos resultados reflejan una ciudad que, si bien avanza con medidas correctivas, aún enfrenta desafíos estructurales en materia de seguridad. Aunque se observa una disminución en varios delitos, el aumento de homicidios en zonas críticas y la persistente violencia contra las mujeres exigen una respuesta más contundente e integral. Con la llegada de Víctor Fully a la Secretaría de Gobierno, un funcionario reconocido por su compromiso y capacidad de articulación con la Fuerza Pública, se espera que el próximo informe de seguridad muestre resultados más favorables y tangibles para la ciudadanía de Popayán.

Las cifras del primer cuatrimestre de 2025 demuestran que la percepción de seguridad no siempre corresponde con los números. Algunos delitos de alto impacto, como el feminicidio, las extorsiones y los hurtos violentos, aunque en menor número, generan un efecto amplificado en la sensación de inseguridad ciudadana.

El reto de Popayán no es solo mantener las cifras a la baja, sino garantizar que cada barrio y cada ciudadano sientan que su vida y su integridad están realmente protegidas.