Popayán no necesita excusas, necesita gestión

A mitad de año, los datos no mienten. Con apenas un 27,2 % de ejecución obligada del presupuesto de inversión en Popayán, no queda duda de que el gobierno local se está quedando corto en lo que realmente importa:

Popayán no necesita excusas, necesita gestión

Gestionar con eficacia los recursos públicos. Y más grave aún, se repiten los errores del pasado como si el aprendizaje no formara parte del ejercicio de gobernar.

En 2024, cuando el alcalde Juan Carlos Muñoz Bravo asumió el mando prometiendo recuperar a Popayán, la ejecución presupuestal también fue decepcionante. Hoy, en 2025, el panorama es igual o peor. Es decir, no se aprendió nada. Y eso es lo que más duele: que el tiempo pase, pero las decisiones no lleguen.

¿Quiénes están fallando?

DAFE es un claro ejemplo de negligencia técnica: con casi $14 mil millones asignados, solo han ejecutado el 10 %. ¿La razón? No han hecho la tarea básica: montar los proyectos. Así de simple.

La Secretaria General tampoco tiene excusas. Esta dependencia tiene el control del filtro de contratación, y pese a ello, su ejecución no supera el 6 %. Lo mínimo que se espera es que quienes manejan los engranajes de la administración no se conviertan en el cuello de botella de toda la gestión pública.

En Deporte, la situación raya en lo absurdo. Insisten en sacar por convenio un proceso de estudios y diseños de escenarios deportivos por más de $5.000 millones, en lugar de usar mecanismos más ágiles y transparentes. ¿Conveniencia o conveniencia para unos pocos?

Infraestructura, con casi $96 mil millones apropiados, apenas ha ejecutado un 2,6 %. Su estrategia se ha reducido a convenios solidarios, una modalidad de contratación directa que casi nunca pasa por filtros serios, mientras incumple con transferencias obligatorias como los subsidios legales que por ley deben entregarse. Una omisión que raya en lo irresponsable.

Y aunque Hacienda no ha ejecutado un solo peso, el problema aquí es diferente. Les han cambiado reglas y criterios para contratar, sí, pero su verdadero reto sigue siendo el recaudo y la gestión eficiente de los recursos fiscales. No se trata solo de contratar, sino de hacer que el dinero entre y se administre con criterio.

Con todo respeto, señor alcalde: no basta con la decencia personal, si la inacción termina premiando a los funcionarios que no ejecutan. Hemos insistido desde este medio y desde muchos sectores sociales en la urgencia de tomar decisiones sobre quienes están frenando el desarrollo de Popayán. Pero hasta ahora, usted parece conformarse con un gabinete que no ejecuta, que no transforma, que no responde.

Popayán no puede esperar a que los plazos legales se venzan y que el presupuesto quede otra vez sin ejecutarse. ¿Hasta cuándo vamos a pagar el costo de la ineficiencia?

Este editorial no es una denuncia más. Es un llamado firme a despertar. A dejar de premiar la comodidad burocrática. A entender que los indicadores de ejecución no son simples estadísticas, sino la diferencia entre un niño con acceso a salud o sin ella, entre un barrio con pavimento o con polvo, entre una juventud con canchas o con calle.

Este gobierno todavía tiene la oportunidad de corregir el rumbo. Pero para ello se necesita más que voluntad: se necesitan decisiones, resultados y un verdadero compromiso con Popayán.

#Editorial #Popayán #EjecuciónPresupuestal #ControlPolítico #Infraestructura #Hacienda #Deporte #DAFE #GobiernoMunicipal #DecisionesYa