Popayán: ¿Un Alcalde Rehén de Intereses Conservadores que Actúan a Conveniencia?
En un escenario político que debería estar guiado por el bien común y el interés colectivo, resulta profundamente preocupante observar cómo el actual alcalde de Popayán, Juan Carlos Muñoz, parece ser un cautivo de los intereses particulares.
Resulta muy grave para los intereses de quienes creemos en la "Alianza por Popayán" que un grupo político de supuestos militantes del partido conservador esté influyendo en la administración municipal. Decimos supuestos porque, como se sabe, en las pasadas elecciones el partido conservador tenía candidata. Sin embargo, estos conservadores, liderados por los exalcaldes de Popayán Ramiro Antonio Navia Díaz, tristemente recordado por iniciar la privatización de los servicios públicos de la ciudad, y José Gabriel Silva Riviere, sean quienes le hablen al oído al alcalde Juan Carlos Muñoz.
Es lamentable escuchar que personas allegadas a este círculo conservador aparentemente ejercen una influencia desmedida en las decisiones y acciones del mandatario municipal. Según testimonios inquietantes, miembros de este grupo político visitan la casa del alcalde con tal frecuencia que incluso le preparan el desayuno. Por sus antecedentes, sabemos que Luch@n Meramente por sus intereses y beneficios particulares. Ahora, administran la última empresa pública de la ciudad; ojalá no la vayan a privatizar. Su tarea es impedir que voces disidentes y orientaciones más decentes, de quienes creyeron en Juan Carlos Muñoz desde siempre para recuperar a Popayán, puedan llegar a sus oídos.
Esta situación pone en tela de juicio la autonomía y la capacidad de liderazgo del alcalde, convirtiéndolo en un rehén de quienes anteponen sus intereses particulares al bienestar general de la ciudad. Es una triste realidad que nos obliga a cuestionar la credibilidad de los candidatos que se venden en campaña como independientes, pues al final todos parecen tener jefes políticos que tiran de los hilos desde las sombras. Al alcalde le decimos nuevamente y como siempre lo hemos hecho: que apele a su sabiduría, la cual es un regalo de Dios, y piense en la siguiente reflexión: ¿cómo puede buscar resultados diferentes para “recuperar a Popayán” si quienes lo aconsejan son responsables del atraso y abandono que hoy padecemos en la otrora gloriosa ciudad blanca de Colombia?
Es hora de reflexionar profundamente sobre el papel que estamos desempeñando como ciudadanos y el poder que tenemos para exigir cambios significativos. Si bien no pretendemos dar órdenes al alcalde ni interferir directamente en la conformación de su gabinete, sí defenderemos con firmeza la dignidad de nuestra amada ciudad.
Sería una tragedia ver un titular de prensa donde uno de los secretarios del gabinete municipal fuese detenido por actos de corrupción cometidos en el pasado. Este sería un golpe devastador para la confianza pública y una mancha indeleble en la reputación de nuestra administración municipal.
Además, muchas personas en Popayán aseguran que el verdadero alcalde es Horacio Gómez, quien toma las decisiones trascendentales para los intereses de la ciudad. Un ejemplo claro de esto fue el reciente capricho y mentira de no prestar el Parque Caldas para el desarrollo de actividades culturales. Ayer, cuando el gerente de Radio 1040, Juan Diego Oviedo, cuestionó sus afirmaciones sobre que la Procuraduría le había dado la sugerencia de no prestar más el parque Caldas, el gerente de 1040, una persona formada en derecho, le explicó que una sugerencia no era vinculante y que ni la Procuraduría ni un juez de la República tienen la facultad de darle órdenes al alcalde de un municipio sobre un bien común como es el Parque Caldas. Al verse abatido por los argumentos de Juan Diego, el señor Horacio Gómez actuó de manera grosera y lo descalificó. Esto es inaceptable, un servidor público no debe abusar del poder, sino servir a la ciudadanía, en este caso a las madres artesanas y a lo que se ha convertido en una tradición importante como el Congreso Gastronómico que se celebra cada año en Popayán.
Por ello, hacemos una vez más un llamado enérgico al alcalde Juan Carlos Muñoz. Aunque con cada día que pasa y con sus acciones vamos perdiendo la esperanza y la confianza en su liderazgo, como hombres de fe insistimos en que recupere su autonomía y su compromiso con el bien común. Que recuerde quiénes eran sus amigos cuando no tenía el poder, y no de quienes ahora, de manera conveniente, se hacen ver como sus mejores amigos. Es momento de sacudirse las cadenas de los intereses particulares y escuchar la voz del pueblo, que anhela un liderazgo transparente, íntegro y comprometido con la transformación positiva de Popayán.
Parece que le tendremos que dar la razón al senador de Colombia en nuestra última charla cuando dijo: "Está bien que un gobernante no lo sepa todo, pero lo que no puede hacer es rodearse de gente que sepa menos que él"