Por la vida, la libertad y la dignidad de nuestros funcionarios secuestrados; este es el mensaje de la gobernación

Esta fue la declaración de la gobernación del Cauca tras confirmarse este hecho.

Por la vida, la libertad y la dignidad de nuestros funcionarios secuestrados; este es el mensaje de la gobernación




La Gobernación del Cauca rechaza de forma categórica el secuestro de un grupo de funcionarios y contratistas del departamento, ocurrido el 17 de julio en el municipio de López de Micay, en medio del cumplimiento de labores institucionales asociadas a proyectos de conectividad tecnológica y desarrollo comunitario.

Este hecho vulnera gravemente los principios del Derecho Internacional Humanitario y constituye una afrenta directa contra la vida civil. Detrás de cada uno de los funcionarios secuestrados hay una familia rota por la angustia: hijos que no comprenden la ausencia de sus padres, madres que claman por la vida de sus hijos, esposas y esposos que esperan una llamada que les devuelva la esperanza.

Estas personas no portaban armas, no hacían parte de ningún operativo militar. Su labor era instalar equipos de comunicación para llevar conectividad a las zonas más apartadas del Cauca, donde históricamente el Estado ha sido débil y las comunidades reclaman oportunidades. Su misión era servir, no confrontar.
El secuestro no tiene justificación bajo ninguna causa ni discurso. Es un acto cruel e inaceptable que atenta contra la dignidad humana y bloquea cualquier posibilidad de construcción de paz real y duradera en el territorio.
Desde el Gobierno Departamental:
Exigimos la liberación inmediata e incondicional de los funcionarios y contratistas secuestrados.

Solicitamos a los organismos humanitarios nacionales e internacionales su acompañamiento, vigilancia y mediación para garantizar su integridad física y emocional, así como el pronto regreso a sus casas con sus familias. Invitamos a los medios de comunicación a informar desde la sensibilidad, la ética y el respeto por la vida, visibilizando el rostro humano de esta tragedia y evitando discursos que normalicen la violencia.

En el Cauca no hay funcionarios enemigos, hay familias desesperadas esperando un abrazo.

El camino hacia la paz exige respeto por la vida, por la institucionalidad civil y por el trabajo de quienes creen en un mejor futuro para las comunidades más olvidadas.

Hoy, más que nunca, el Cauca eleva su voz unida y firme:
¡Ni un secuestro más! ¡La vida no puede seguir siendo rehén del conflicto armado!