Sin embargo, lo que debería haber sido una oportunidad para asegurar la nutrición y el bienestar de nuestros niños, se ha visto empañado por indicios de irregularidades y posibles actos de corrupción que no pueden ser ignorados.

Desde nuestra redacción, advertimos que, aunque había varios oferentes para la adjudicación del contrato, uno de ellos, según nuestras fuentes, no cumplía con los requisitos necesarios para operar el PAE. A pesar de esto, dicho consorcio fue favorecido abruptamente, lo que ha generado serias dudas sobre la transparencia del proceso.

Lo más preocupante es la información que ha llegado a nuestro conocimiento. Sabemos que el alcalde de Popayán, Juan Carlos Muñoz, a quien siempre hemos considerado una persona decente y honesta, fue advertido por fuentes confiables de que una funcionaria jurídica de su despacho desempeñó un papel decisivo en la adjudicación de dicho contrato, presuntamente recibiendo beneficios a cambio. Ante esta grave situación, el alcalde tomó la decisión de apartarla de sus funciones al finalizar su contrato, lo cual, aunque necesario, deja abiertas muchas preguntas sobre la transparencia de todo el proceso.

La sorpresa y decepción aumentan al saber que esta funcionaria ahora forma parte de la Unidad de Trabajo Legislativo (UTL) del senador Ferney Silva. Silva, quien generaba expectativas como un político comprometido con la decencia y el cambio, ha terminado siendo una ficha más en la larga cadena de los mismos con las mismas que tanto daño ha causado a Colombia y, en particular, a nuestra región del Cauca. ¿Qué mensaje envía esto a los caucanos? Que las promesas de un cambio real en la política quedan enterradas bajo las viejas prácticas de clientelismo y corrupción que han minado la confianza ciudadana.

Más alarmante aún es la pasividad de los otros oferentes, quienes, a pesar de ver sus derechos vulnerados, optaron por no interponer los recursos judiciales correspondientes. ¿Por qué? Porque no querían enfrentarse al actual alcalde y tener la oportunidad de participar en futuras licitaciones. Este hecho es un claro ejemplo de cómo la política en nuestra región sigue moviéndose bajo el miedo, la conveniencia y el silencio cómplice, en lugar de regirse por la justicia y la transparencia que deberían caracterizar cualquier proceso administrativo.

Como medio de comunicación, no podemos permitir que este tipo de prácticas pasen desapercibidas. Es necesario que los organismos de control actúen de oficio y revisen este proceso con rigor. No podemos seguir permitiendo que la corrupción sea la norma en lugar de la excepción.

Ferney Silva, a quien muchos caucanos veían como una esperanza de cambio, hoy se muestra como un político más que ha sucumbido a las prácticas que tanto daño le han hecho a Colombia. Sin embargo, a pesar de esta decepción, no dejaremos de luchar por una clase política honesta y comprometida con el interés general. Los caucanos merecemos líderes que apuesten por una transformación real y profunda, que se alejen del oportunismo y trabajen en pro del bienestar común.

A pesar de todo, no perdemos la esperanza. Seguimos creyendo que es posible construir un Cauca más justo y transparente. Pero para lograrlo, necesitamos políticos con convicciones, no con conveniencias. La lucha por la decencia en la política continúa, y desde aquí seguiremos alzando la voz para exigir que los intereses de la mayoría prevalezcan sobre los de unos pocos.

Siempre hay esperanza.

PAE #Transparencia #CaucaSinCorrupción