Presidente Gustavo Petro creó la Ley laboral y otras normas que marcan el inicio de un cambio hacia la libertad y la democracia

El presidente de la República, Gustavo Petro, sancionó este martes la nueva Ley Laboral durante un acto protocolario en la Quinta de Bolívar.

Con esta firma, el Gobierno nacional inicia la materialización de un nuevo modelo de relaciones laborales, centrado en la dignificación del trabajo y el reconocimiento pleno de los derechos del pueblo trabajador.

Días antes, a través de su cuenta en la red social X, el jefe de Estado recordó que “las reformas sociales que presenté al Congreso, hace casi tres años, representan un cambio de época, que siempre es un cambio de cultura”. En su mensaje, agregó:

“Empezamos a dejar atrás el neoliberalismo, que nos condujo a mucha desigualdad, a la destrucción del tejido social y al aumento de la violencia”.La Ley Laboral, aprobada recientemente por el Congreso, busca fortalecer los derechos de los trabajadores, recuperar los que se han perdido e incorporar nuevos.“Es una reforma que no solo protege al trabajador, sino que también contribuye a la consolidación del aparato productivo del país”, explicó el ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, quien destacó además que la norma responde a compromisos adquiridos por Colombia ante la comunidad internacional y organismos como la OIT.

Ley de Salud Mental: atención integral para todos

Durante el mismo evento, el presidente Petro también sancionó la nueva Ley de Salud Mental, una norma que actualiza el marco legal existente y responde a las urgencias contemporáneas en materia de salud psicosocial.Esta ley tiene como propósito garantizar el acceso universal, digno y oportuno a servicios de salud mental, sin importar la edad, género, condición social o lugar de origen de las personas. 

Asimismo, establece medidas concretas para la prevención de trastornos mentales, su atención integral y la protección del bienestar emocional en contextos tan diversos como las escuelas, los hogares, los lugares de trabajo, las cárceles y las comunidades.

Entre sus principales componentes se incluyen la educación emocional con enfoque preventivo y diferencial; la provisión de servicios con enfoque humano y accesible; el fortalecimiento del monitoreo institucional; y la inclusión de mecanismos para asegurar la participación ciudadana.

Con la sanción de estas leyes, el Gobierno reafirma su compromiso con la transformación estructural del país, avanzando hacia un modelo más justo, democrático y centrado en el cuidado de la vida.