Presidente Gustavo Petro se defiende: esto dijo sobre los capos en la tarima en la ciudad Medellín
El mandatario respondió a las críticas que ha recibido el Gobierno nacional por la presencia en el evento 'Pacto por la Paz Urbana en Medellín y el Valle de Aburrá' de varios exjefes de estructuras ilegales que permanecen presos.

Luego de varios días de la polémica subida a tarima en la ciudad de Medellín de varios capos o jefes de organizaciones criminales a un evento que presidía el presidente de la República, Gustavo Petro, este último se refirió al tema en medio del consejo de ministros televisado adelantado en la noche de este martes, 24 de junio.
El mandatario de los colombianos dejó claro que no eran delincuentes sino “personas en rehabilitación”.
“El que está preso no es un delincuente es una persona en rehabilitación, como aquí ven a la justicia como venganza, entonces no ven a la gente en las cárceles como gente en rehabilitación, que están luchando para tener una segunda oportunidad”, agregó el mandatario.
Por eso Petro sostuvo que “lo que hicimos en la ciudad de Medellín frente al pueblo fue hacer lo que se hacía a escondidas”, en referencia a supuestos pactos entre mandatarios con bandas criminales para reducir las tasa de asesinatos.
Petro fue más allá e hizo referencia a la llamada “Don Bernagobernabilidad” una expresión que se usó a inicios de la década de los 2000 para referirse a la capacidad que tenía el jefe paramilitar Diego Fernando Murillo “Don Berna” para contrarrestar la violencia en esa ciudad, de acuerdo a la versión de estudios sobre ese periodo histórico.
“En Medellín se subió a gente que estaba presa, es decir, personas para mostrar en público, no debajo de la mesa, sobre cómo hacer un pacto de paz en los barrios de Medellín”, agregó el jefe de Estado
El jefe de Estado ha sido cuestionado por llevar a la plaza de La Alpujarra a varios procesados judiciales de bandas criminales locales, entre ellos José Leonardo Muñoz ‘Douglas’, Juan Carlos Mesa ‘Tom’, Sebastián Murillo ‘Lindolfo’ y Freyner Ramírez ‘Carlos Pesebre’, con quienes busca establecer una mesa de paz en la ciudad para así reducir los índices de violencia en la capital de Antioquia.
“Lo que hubo en La Alpujarra fue personas en condición de presos diciéndole al pueblo de Medellín: estamos dispuestos a restaurar e indemnizar”, aseguró el mandatario, quien sostuvo que mesas de paz similares con bandas criminales ya tiene el gobierno en Buenaventura y Quibdó, y ahora pretende establecer un modelo similar en la ciudad de Barranquilla.
El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, y el gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, arremetieron contra el presidente Gustavo Petro tras la manifestación realizada el sábado en la Plaza de La Alpujarra, donde el mandatario compartió tarima con reconocidos integrantes de estructuras delincuenciales de la ciudad, actualmente detenidos en la cárcel de Itagüí.
Durante el evento político, al que asistieron miles de personas, se hizo visible la presencia de hombres señalados por las autoridades como cabecillas de bandas que operan en la capital antioqueña, entre ellos alias ‘Douglas’, ‘Tom’, ‘Lindolfo’ y ‘Carlos Pesebre’, trasladados al lugar por personal del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec).
La aparición pública de estos reclusos junto al presidente fue duramente criticada por Gutiérrez, quien calificó el acto como una amenaza abierta a la institucionalidad: “Petro sacó de la cárcel a los peores criminales de la historia reciente de la ciudad, muchos capturados en mi primera administración, para subirlos en una tarima a demostrar de qué lado está. Si eso no es una amenaza directa al Estado de Derecho, a la democracia y a mí… no sé lo que es”.
Las críticas no solo se centraron en la presencia de los jefes criminales en la plaza pública. También causó controversia la propuesta del presidente Petro de iniciar un proceso de diálogo con las organizaciones criminales, directamente desde las cárceles.
Durante su intervención, planteó que tanto él como la fiscal general, Luz Adriana Camargo, puedan visitar los centros de reclusión para buscar una salida negociada con los cabecillas, con el fin de desmantelar sus estructuras ilegales.
El gobernador Rendón calificó el acto como una “afrenta” a las víctimas y a las fuerzas del orden: “El Presidente Petro vino a la capital de Antioquia a rodearse de criminales, esto es una afrenta, una humillación a las víctimas. Una traición al Ejército y a la Policía Nacional”.
El alcalde Gutiérrez, por su parte, aseguró que el episodio representa un acto de intimidación contra las autoridades y la ciudadanía: “Ese acto les pone una lápida en el cuello, porque es un acto de intimidación”.
En su declaración más fuerte, Gutiérrez también evocó hechos recientes relacionados con amenazas a figuras públicas y políticas del país: “Petro ondeó la bandera de la muerte, la tuvo visible después en su despacho, y a los pocos días atentaron contra Miguel Uribe como candidato presidencial. Ahora que se subió a la tarima con los peores criminales amenazándome a mí y a las demás instituciones de Antioquia… no me quiero imaginar el resultado”.