¡Qué tal esto! En marcha el comité de referendo para tumbar el Acuerdo de Paz con las Farc, en 2016

Para que la acción democrática avance y tumbar ese acuerdo, las personas que lideran el proyecto deberá demostrar respaldo ciudadano con 5 por ciento del censo electoral.

¡Qué tal esto! En marcha el comité de referendo para tumbar el Acuerdo de Paz con las Farc, en 2016



Los funcionarios de la Registraduría Nacional del Estado Civil emitió la Resolución 9509 del 5 de agosto de 2025, mediante la cual admitió la inscripción de un comité ciudadano que busca convocar a un referendo derogatorio del Acuerdo de Paz pactado entre los entonces guerrilleros de las FARC-EP y el Estado colombiano en noviembre de 2016.

La decisión abre la puerta para que el grupo promotor inicie el proceso de recolección de firmas, requisito fundamental para que la iniciativa pueda avanzar hacia las urnas.

De acuerdo con el documento emitido por la entidad, la solicitud de inscripción fue instaurada el 29 de julio de 2025. La Registraduría informó que el comité quedó inscrito bajo el nombre “Referendo derogatorio del Acuerdo Final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera y de la Paz Total”. La resolución establece que, a partir de ese momento, los responsables de la iniciativa cuentan con el aval legal para iniciar sus actividades relacionadas con este mecanismo de participación.

El vocero designado del comité que busca tumbar los acuerdos de paz es el abogado Julián Alberto Rocha Aristizábal, que tendrá la responsabilidad legal de coordinar las actividades administrativas, financieras y de vocería pública del proceso electoral.

Según el acto administrativo, “para todos los efectos legales, el vocero de la iniciativa será el responsable de las actividades administrativas, financieras, de campaña de la iniciativa, así como la vocería durante el presente trámite”.

En uno de sus apartes, la resolución recuerda que “cualquier ciudadano, organización social, partido o movimiento político, podrá solicitar a la Registraduría del Estado Civil correspondiente su inscripción como promotor de un referendo, de una iniciativa legislativa y normativa, de una consulta popular de origen ciudadano o de una revocatoria de mandato”.

El camino hacia el referendo implica cumplir con varias etapas. La primera consiste en recolectar al menos el 5 por ciento del censo electoral vigente. La Registraduría precisó que, con corte al 5 de agosto de 2025, el censo está conformado por 41.135.609 personas, lo que significa que el comité deberá presentar 2.056.780 firmas válidas para que la iniciativa pueda ser considerada por las autoridades competentes.

En caso de superar esa fase, el referendo solo será válido si logra la participación de al menos el 25% del censo electoral. Esto equivale a la presencia en las urnas de 10,28 millones de votantes.

Con la expedición de la Resolución 9509, el comité queda habilitado para iniciar la recolección de firmas bajo los parámetros legales vigentes. La Registraduría, de acuerdo con lo dispuesto, será la encargada de verificar la validez de las rúbricas y de certificar si se cumple con el umbral mínimo requerido. De alcanzarse, la iniciativa pasará al estudio de la Corte Constitucional, que definirá su viabilidad y, posteriormente al Congreso de la República, instancia que tendría la responsabilidad de convocar al electorado.

Atendiendo al procedimiento que le corresponde al comité, el promotor de la iniciativa continuó con el trámite y expresó críticas a la manera como la comunidad internacional percibe el Acuerdo de Paz, afirmando para el diario El Espectador: “Lamento que internacionalmente tengan tanto apoyo, porque internamente no lo tienen. La comunidad internacional tiene la posibilidad de copiar nuestros errores, pero el pueblo colombiano tiene la libertad y la capacidad de enmendarlos. A diferencia de lo que dicen, la implementación de los acuerdos fue un fracaso institucional y presupuestal”.

En relación con la financiación de la campaña de recolección de firmas, Rocha afirmó que se trata de un proyecto independiente y netamente ciudadano: “Nuestro propósito es ciudadano. Yo no hago parte del Centro Democrático en la actualidad, fui miembro en 2016, cuando hicimos campaña por el ‘No’ al plebiscito. Es una iniciativa ciudadana, no tengo apoyo de nadie, no tengo respaldo financiero ni económico de nadie. Respetaremos los topes de financiación. Y vamos a jugar las reglas del Estado para proteger la democracia”.