"Quemamos centenares de cadáveres en hornos crematorios artesanales para no dejar rastros de sus asesinatos"

Esa fue la confesión del ex comandante de la Autodefensas Unidades de Colombia, AUC, Salvatore Mancuso, en medio de las diligencias ante la JEP.

"Quemamos centenares de cadáveres en hornos crematorios artesanales para no dejar rastros de sus asesinatos"

Durante su intervención virtual en una audiencia ante la Jurisdicción Especial para la Paz, JEP, el pasado 9 de mayo, el ex comandante de las Autodefensas Unidas de Colombia, AUC, Salvatore Mancuso, confensó que el Frente Fronteras, unidad del Bloque Catatumbo de ese grupo armado, sepultó restos mortales de sus víctimas en territorio venezolano.

A raíz de  declaraciones, los gobiernos de Colombia y Venezuela llegaron a un acuerdo para proporcionar “unos prontos y eficaces mecanismos institucionales” que permitan localizar los restos mortales de las víctimas de las AUC del conflicto armado en la zona fronteriza.

El canciller Álvaro Leyva, luego de diálogos con su homólogo Yván Gil Pinto, fue el encargado de confirmar estas intervenciones, buscando esclarecer muchos de los homicidios ejecutados por los paramilitares.

“Se acordó proporcionar unos prontos y eficaces mecanismos institucionales que permitan localizar los restos mortales de nacionales colombianos dados por desaparecidos en zona de frontera, sepultados en territorio venezolano, según manifestaciones del señor Salvatore Mancuso, excomandante de las autodenominadas Autodefensas Unidas de Colombia, AUC”, agregó el Canciller.

Y es que  en la población fronteriza de Juan Frío, corregimiento del municipio de Villa del Rosario, Norte de Santander, Mancuso contó que cuando el Frente Fronteras decidió “destruir el horno” en el que quemaba a sus víctimas, empezó a deshacerse de sus cadáveres dejándolos en territorio venezolano.

“Entonces empezó una práctica diferente que fue a todas las víctimas arrojarlas en territorio de vecino país. Unas al lado del río (Táchira) para que el río las llevara y las dejara del lado de Venezuela, y otras en las que algunos miembros de las Autodefensas ingresaron a Venezuela para dejarlas en fosas”, explicó el otrora líder de las AUC.

Agregó que en el lado de la frontera habría, por lo menos, “unas 200 o más de 200 personas que las Autodefensas del Bloque Catatumbo asesinaron”.

El ex líder paramilitar también confesó que el motivo para desaparecer los cuerpos sin vida de sus víctimas en Venezuela fue por solicitud de la fuerza pública colombiana, debido a que los asesinatos y crímenes de las AUC estaban comenzando a llamar la atención de la opinión pública colombiana.

“Producto de estas presiones, Castaño ordenó desaparecer a estas víctimas en hornos. Luego se agregó la práctica de arrojar las víctimas a territorio venezolano”, dijo el exjefe paramilitar.

“La orden de desaparecer a estas personas vino de la fuerza pública. En nuestro teatro de guerra la lógica era dejar los cuerpos para causar terror en la población donde ejercíamos control (...) las presiones venían en el sentido de no afectar los ascensos de los militares en estas zonas y la manifestación de decirnos que siguiéramos en la lucha contra la guerrilla”, contó en su comparecencia.

Puntualizó que los hornos se implementaron en Villa del Rosario y en Trapicheviejo en Venezuela, zonas en las que desaparecieron varios cuerpos en 2001, ante el temor de que la Fiscalía General de la Nación fuera a encontrar alguna de sus fosas comunes, con más de 50 personas.

Por estos hechos, el ex comandante de las AUC les pidió a los magistrados de la JEP “de manera respetuosa que me permitan ir personalmente con ustedes para poder identificar esos lugares”, refiriéndose a las fosas en Venezuela.

En Juan Frío, Villa del Rosario, las AUC establecieron un centro de operaciones contra la guerrilla y quemaron a centenares de sus víctimas en hornos crematorios artesanales para no dejar rastros de sus asesinatos.

Organizaciones de víctimas estiman que alrededor de 500 personas fueron incineradas en estos hornos para desaparecerlas y no dejar evidencia de los asesinatos cometidos. Todo, bajo el mando de Jorge Iván Laverde, alias ‘El Iguano’.

Actualmente, Salvatore Mancuso está preso por narcotráfico en Estados Unidos y la JEP está evaluando si le permite ingresar a la justicia transicional, si hace suficientes aportes a la verdad.