Regresa Cristo al Cauca
Por: Óscar Rodrigo Campo Hurtado – Representante a la Cámara
Las primeras declaraciones del ministro Cristo han generado un escenario controversial. Mientras que en un primer momento desestimó la idea de una constituyente como consecuencia del Acuerdo de Paz de 2016, ahora, tras su llegada al gabinete, habla de su viabilidad bajo un acuerdo nacional. Aunque ha hecho esfuerzos para explicar que su postura sigue siendo la misma, es decir, utilizar los mecanismos que brinda la propia Constitución si fuera necesario, la verdad es que este planteamiento ha provocado una gran confusión en la opinión pública. Incluso, el expresidente Santos se pronunció reiterando que no existe el santismo, que no tiene vínculo alguno con el Gobierno y, además, rechazó cualquier intento de constituyente.
Los retos para el nuevo ministro son innumerables, entre ellos, revaluar lo que hasta ahora ha sido la eficacia y eficiencia de la forma en que se ha llevado a cabo el diálogo social en estos dos años de gobierno. Sin embargo, el desafío más difícil será materializar el llamado al acuerdo nacional cuando el presidente, contrario a ello, viene lanzando acusaciones semanalmente que paralizan el país, como por ejemplo señalar a los alcaldes de la Costa Caribe de recibir un posible “CVY” o pertenecer a nóminas paralelas de las empresas de energía eléctrica; todo esto claro, sin individualizar denuncia alguna.
Creemos en la importancia de establecer diálogos con las comunidades, sin embargo, la forma como se ha llevado el dialogo social, al menos en el Cauca, no ha sido una herramienta de solución como se esperaba. Así, por ejemplo, en 2023 hubo sobre la vía Panamericana 48 bloqueos y en lo que va de 2024 ya se han presentado 25; hechos donde no gana el gobierno ni las comunidades movilizadas, pero sí dejan graves consecuencias a la vulnerable sociedad caucana, que se ha visto afectada en su derecho fundamental a la libre movilidad con nefastas realidades sociales y económicas.
La asfixiante crisis de orden público, la ocupación ilegal de predios, la relativización de la propiedad privada, los conflictos interétnicos y la sensación de crispación social, entre muchos otros, nos tienen agobiados y desesperados a los Caucanos. Los que conocemos al ministro Cristo, sabemos de su experiencia en lo público, su capacidad de generar consensos, su coherencia y compromiso con la paz del país, por eso la prioridad de su agenda debe ser la seguridad, la convivencia y la vigencia de los derechos humanos y por supuesto, darle rumbo a la implementación del Acuerdo de Paz, ya que en estos temas, además de la reforma rural integral y la sustitución de economías ilegales, nos hemos quedado solo con los pronunciamientos grandilocuentes del Gobierno Nacional. Esperamos que Cristo Bustos con la convicción, berraquera y ganas de siempre, logre que se dé paso a los hechos y se dejen atrás los anuncios sin cuerpo.
Hemos tenido la oportunidad de hablar con los últimos ministros del Interior, y todos coinciden en que la mayor agenda en el sector la establece el departamento del Cauca. Por esta razón, la experiencia del nuevo ministro resulta tan importante; sin duda ayudará a que el gobierno nacional entienda que el Cauca es pluriétnico y multicultural. Aunque existen varias mesas de trabajo con el Ministerio del Interior, entre ellas la Comisión Mixta de Seguimiento a los Acuerdos con las Comunidades Indígenas, que tiene una gran relevancia, no cubren todos los intereses y requerimientos de la sociedad caucana. Es necesario que, además de la paz, la inclusión, los esfuerzos comunales y la gobernabilidad, no se dejen por fuera de la agenda los grandes problemas y amenazas sobre el aparato productivo en el departamento.
El aporte del Cauca a la economía no es tan pequeño como muchos creen, su contribución del 1.8% al PIB nacional, lo ubica en el puesto 12 por encima de departamentos como Huila, Nariño y Norte de Santander. Por ello, situaciones como la reorganización empresarial del Ingenio La Cabaña y Propal, los problemas de invasión de tierras que enfrentan empresas como Smurfit Kappa y los cierres de los complejos turísticos en Silvia y Coconuco, entre otros, deben tener una atención urgente, pues no solo afectan la economía de la región sino también la del país. El Gobierno, a través del Ministerio del Interior, debe tener lista una batería de acciones a ejecutar, pues han sido dos años de planeación en los que hemos visto, además, un Estado paralelo donde se carnetiza a la gente, se impide el libre tránsito, se construyen e inauguran obras o se imponen peajes.
Apartándonos de la figura del ministro y acercándonos al amigo, tenemos mucho que agradecer a Juan Fernando, quien nos acompañó siendo ministro, en buena parte de nuestro período como Gobernador del Cauca. Siempre demostró una profunda dedicación hacia nuestras comunidades, atendiendo con diligencia las complejas circunstancias, como la disputa por tierras en las haciendas del norte y la tensión en el centro turístico de Agua Tibia, las cuales en los últimos tiempos se han agudizado, debido a las pretensiones de algunas comunidades de ocupar bajo vías de hecho estos predios.
Desde este lugar de afecto y convicción, le deseamos el mayor de los éxitos en su nueva responsabilidad como ministro del Interior. Confiamos en que su gestión estará marcada por un balance positivo, la protección de la Constitución Política y, sobre todo, reflejando la integridad y el liderazgo que ha demostrado a lo largo de su vida. Aunque nuestras posiciones políticas puedan diferir, mantenemos un profundo compromiso con la Paz y el progreso del Cauca. Estamos seguro de que, con diálogo y cooperación, seguiremos construyendo mejores escenarios para nuestra región y nuestro país.