Sarabia y Benedetti serían los responsables de la crisis que ahora enfrenta el gobierno Petro
Fracturas en la Presidencia: tensiones por nombramientos y relación con EE.UU. marcan un punto crítico en el gobierno de Gustavo Petro.
En la noche de este martes 4 de febrero, el presidente Gustavo Petro protagonizó una alocución que dejó en evidencia la crisis ministerial más profunda de su administración.
Desde el Palacio de Nariño, el mandatario transformó su intervención en una especie de “rendición de cuentas”, un Consejo de Ministros donde cuestionó la falta de gestión de algunos de sus más altos funcionarios, a quienes señaló por manejar agendas paralelas y por no cumplir “compromisos con el pueblo”.
El recién nombrado jefe de Gobierno del Cambio, Armando Benedetti, estuvo en el Consejo de Ministros, a la izquierda del presidente, y, según el mismo Petro reveló, fue el responsable de entregar un informe de gestión que evidenció el poco avance en las diferentes dependencias ministeriales.
“Quiero expresar mis inquietudes con total claridad, porque lo que estamos viviendo es un incumplimiento fatal. Se lo digo al pueblo con vergüenza: de 195 compromisos, se han incumplido 146″, afirmó el presidente durante su alocuión.
En su discurso, Petro también abordó la política migratoria del presidente estadounidense Donald Trump, dejando entrever su postura sobre la defensa de la soberanía colombiana.
“La política internacional de Colombia es clara: la defensa de la vida y la defensa de su pueblo. Punto. Y su pueblo debe ser tratado con dignidad. Si todavía hay gobernantes en Latinoamérica que creen que la mercancía vale más que la persona, entonces no entienden qué significa ser progresista”, expresó.
La postura del mandatario se intensificó al afirmar que Colombia no necesita el apoyo de Estados Unidos y aplaudir la decisión de Trump de cerrar la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, Usaid.
“No podemos seguir dependiendo de Estados Unidos para financiar a nuestros funcionarios o cualquier entidad que los reemplace. USAID no puede pagar a nuestros funcionarios. No podemos ir allá a negociar para que nos sigan ‘ayudando’, porque eso no es ayuda. En ese sentido, Trump tiene razón: que se lleve su dinero. Nuestra aduana debe estar compuesta por nacionales colombianos y debe financiarse con dinero público colombiano”, aseveró.
La crisis ministerial se hizo aún más evidente cuando tomó la palabra la vicepresidenta y ministra de Igualdad, Francia Márquez, quien expresó su inconformismo por el nombramiento de Armando Benedetti y su mala relación con la nueva canciller, Laura Sarabia.
“No me parecen las actitudes de Laura Sarabia con nosotros, conmigo. Me ha tocado decirle: ‘Respéteme, soy la vicepresidenta. (...) Respeto a Benedetti, pero no comparto su decisión, presidente. La respeto porque usted es el jefe de Estado y el presidente, pero no estoy de acuerdo con traer a este gobierno a personas que sabemos tienen gran parte de responsabilidad en lo que aquí está pasando”, señaló.
A estas críticas se sumó la ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Susana Muhammad, quien arremetió con toda contra la presencia de Benedetti en el gobierno.
“Hemos trabajado con dignidad, con transparencia y con el ADN de este proyecto en la mano y en el corazón. Por eso, presidente, como feminista y como mujer, no puedo sentarme en esta mesa de gabinete de nuestro proyecto progresista con Armando Benedetti. Y que quede claro: yo no voy a renunciar, presidente. No renuncio ni al proyecto ni al gobierno. Pero esto tenía que decirlo. Además, debo señalar que ni las relaciones exteriores ni la actual Jefatura de Gabinete están en manos de este proyecto progresista, sino de fuerzas que representan todo lo contrario”, afirmó.
El descontento dentro del gabinete se hizo aún más evidente cuando el director de Planeación Nacional, Alexander López, respaldó las críticas de Márquez y Muhamad. “Ese sentimiento que hoy expresan Francia y Susana no es solo de ellas dos, presidente. Se lo hemos dicho en otras ocasiones: esto es una voz colectiva, una preocupación legítima dentro del proyecto que construimos juntos. Armando Benedetti fue compañero mío en el Congreso, y a Laura Sarabia la conocí en la campaña, pero ninguno de los dos nos representa en este proyecto”, sostuvo.