Se cumple 26 años del asesinato del periodista y humorista Jaime Garzón
Su gran capacidad para ser humorista, lo llevó a ser reconocido en varios medios de comunicación. Además, era abogado, un activista Bogotano y mediador de los procesos de paz en la década de 1990 en el país.

Este miércoles 13 de agosto de 2025 se cumplen 26 años del asesinato del periodista y humorista, Jaime Garzón, ejecutado por sicarios en el barrio Quinta Paredes de la ciudad de Bogotá en el año 1999.
Garzón se convirtió en un símbolo de crítica política, análisis social y exposición pública de las incoherencias de los políticos colombianos, jueces, entre otros de la vida nacional. Fue ultimado cuando se dirigía a la emisora Radionet, su lugar de trabajo. “Juro que no morí”, se lee en la esquina donde fue acribillado.
Gran parte de los ciudadanos del país lo recuerdan por el noticiero Quac, en el que junto a Diego León Hoyos y un grupo de periodistas, analizaba la actualidad política, la realidad de la guerra y la corrupción, todo bajo un sentido del humor y sarcasmo, criticando a personajes de turno, lo que, de acuerdo con los expedientes judiciales, lo terminó convirtiendo en un personaje incómodo para algunos sectores cercanos al establecimiento político, militar y el paramilitarismo mismo, representado por Carlos Castaño.
En Quac por ejemplo, se hicieron célebres personajes como Godofredo Cínico Caspa, Néstor Elí, Heriberto De la Calle, y otra fila de personajes interpretados por el propio Jaime, pionero en Colombia en materia de crítica de ese estilo, llevando a la reflexión.
Según las investigaciones, ese éxito, acompañado de informaciones maliciosas que salieron desde el DAS y estamentos del Ejército, en los que se señalaba a Jaime Garzón de guerrillero (por su labor para la liberación de los secuestrados y su crítica al establecimiento), llegaron a Carlos Castaño, con la petición de asesinarlo. Como se indicó, el plan de homicidio se concretó hace 26 años.
Sin embargo, y pese a lo anterior, las condenas y procesos por este crimen de lesa humanidad no han avanzado a un total esclarecimiento del caso. Carlos Castaño fue condenado por ese asesinato, pero su homicidio posterior en 2004 truncó conocer más detalles de su participación, y sobre todo quiénes lo influenciaron para determinar la muerte del reconocido periodista.
El ex subdirector del DAS, José Miguel Narváez, fue sentenciado a 30 años de cárcel por el asesinato de Jaime, y aunque tocó la puerta de la JEP nunca colaboró con el esclarecimiento de la verdad y por eso fue expulsado, recordando también que ante ese tribunal ha sido señalado como un “ideólogo” de las AUC.
Además, otro de los procesados por el homicidio es el coronel (r) Jorge Eliécer Plazas Acevedo, quien era jefe de inteligencia de la Brigada XIII para el momento del homicidio y actualmente comparece ante la JEP, sin mayores noticias y avances.
Al margen de estas decisiones judiciales, el propio excomandante de las Autodefensas, Salvatore Mancuso, se ha referido al homicidio de Garzón calificándolo sin dilaciones como un crimen de Estado, en el cual Carlos Castaño habría recibido la petición de matar a Jaime, desde “más arriba”, de elementos corruptos del Estado. Son numerosas las pesquisas contra oficiales y suboficiales del Ejército, pero aun sin concretarse en decisiones formales.
En materia administrativa, el Consejo de Estado determinó la responsabilidad del DAS y el Ministerio de Defensa en el crimen, por lo que ordenó un acto público de perdón, así como indemnización.
A pesar de que, como se expone, la justicia penal plena sigue brillando por su ausencia frente a este hecho, el Estado asumió ante la CIDH el pasado mes de junio de 2025 su responsabilidad por el asesinato. La Agencia de Defensa Jurídica admitió que el Estado era responsable al evidenciarse la participación de miembros del DAS y militares en el homicidio.
“El Estado lamenta profundamente los hechos que resultaron en el silenciamiento de uno de los más destacados líderes de opinión y periodismo crítico del país, lo que constituye una pérdida para la sociedad en su conjunto”, señaló la ANDJE.
Aunque asesinado, el legado de Jaime Garzón frente a la fiscalización del poder y la irreverencia ante el mismo, se mantiene vigente 26 años después. Sus programas son fuentes de consulta y sus frases más célebres se replican en los jóvenes, a quienes dijo que el futuro de Colombia estaba en sus manos. En las de los adultos también.