Suárez ahora es un pueblo fantasma por el temor de más ataques a la fuerza pública
La alcaldía suspendió las clases en las escuelas del área urbana de este municipio del norte del Cauca.
En estos momentos las calles del casco urbano del municipio de Suárez, Cauca, están completamente solitarias y todo porque es real el temor de más ataques a la estación de Policía o al Ejército Nacional.
De ahí que muchos pobladores evitan caminar cerca de los soldados y policías que permanecen en este pueblo, donde ahora se intensificó la guerra entre la fuerza pública y la disidencia Jaime Martínez de las Farc.
“No hay condiciones para nadie, se viene a lo que se viene y listo, para su casa o trabajo, también evitamos hablar duro porque no sabemos quién está escuchando, menos dar declaraciones a la prensa, eso gusta poco a los disidentes”, confiesa un concejal de esta población nortecaucana, quien pidió mantenerse en el anonimato.
Por este último ataque contra la estación de Policía en la mañana de este martes 28 de mayo, y donde resultó herida la jefe de enfermería del hospital local, las autoridades de este municipio ordenaron la suspensión de clases en las escuelas ubicadas en el casco urbano.
No quieren repetir la escena de los 35 niños del grado segundo de la Institución Educativa Técnica Agrícola, quienes se vieron obligados a esconderse debajo de sus pupitres y orar mientras se ejecutaba este último atentado a los policías.
“Por seguridad tomaron la decisión de que los estudiantes permanezcan en la casa, porque es un hecho que la gente acate la orden de la Jaime Martínez de no acercarse a la estación de Policía o los puntos de control que adelanta el Ejército, de hecho, muchos hasta evitan salir mucho al pueblo pueblo por miedo de quedar en medio de los hostigamientos”, relató por su parte una profesora.
No es para menos el miedo. Luego de lanzar dos granadas contra la Estación, los disidentes de las Farc se replegaron hacia la zona rural, donde después sostuvieron combates con el Ejército en sectores como Los Pinos, aumentado aún más la intranquilidad entre las comunidades, quienes se preguntan ahora qué consecuencias tendrá la orden de guerra impartida por el presidente Gustavo Petro en su última visita a la capital del departamento.