Temístocles Ortega: ‘Es hora de enfrentar la soberbia y la ceguera del gobierno departamental’
El departamento del Cauca está atravesando una de las peores crisis en la educación que se haya visto en su historia.
Todos los días, hay plantones y bloqueos a la vía panamericana debido a la incapacidad de la secretaria de Educación, Sor Ines Larrahondo, hermana de Elías Larrahondo, ex gobernador del Cauca y jefe político de Octavio Guzmán, para dotar a las instituciones educativas del Cauca de lo más básico: los docentes.
Esta triste realidad es un reflejo de los graves problemas que aquejan a la actual administración departamental, sumida en una profunda crisis de liderazgo y gobernabilidad. Las palabras de Temístocles Ortega, líder político de gran influencia en la región, resuenan con una fuerza arrolladora: “Lo mejor que se puede hacer hoy por los caucan@s es ejercer un control riguroso, altivo y decidido al gobierno deptal. Tienen demasiadas falencias estructurales que deben corregir, empezando por la soberbia, la ceguera, el odio y la falta de visión. ¡Otros que pidan puestos!”.
Lo mejor que se puede hacer hoy por los caucan@s es ejercer un control riguroso, altivo y decidido al gobierno deptal. Tienen demasiadas falencias estructurales que deben corregir, empezando por la soberbia, la ceguera, el odio y la falta de visión. Otros que pidan puestos! pic.twitter.com/ROWzdmIUid
— Temistocles Ortega (@temisortega) April 18, 2024
Estas palabras no son solo una crítica mordaz, sino un llamado a la acción frente a un gobierno departamental que parece haber perdido el rumbo. La soberbia, la ceguera y el odio son venenos que corroen la esencia misma del liderazgo y la gobernabilidad.
Es inaceptable que, en un momento en el que el Cauca necesita más que nunca una guía firme y visionaria, nos encontremos con un gobierno departamental plagado de falencias estructurales. La falta de visión es quizás el mayor de los pecados, pues sin un rumbo claro, nos condenamos a navegar a la deriva, sin rumbo ni destino.
Desde nuestra plataforma de comunicación, en un giro inesperado y casi impensable, nos unimos al llamado de Temístocles Ortega. Es momento de ejercer un control estricto y resuelto sobre el gobierno departamental. No podemos permitir que la arrogancia, la falta de visión y el resentimiento continúen socavando nuestro futuro
Pero este control no debe ser un ejercicio de confrontación y división, sino de reflexión y autocrítica. Es momento de que quienes ostentan el poder en el Cauca se miren en el espejo y se pregunten si realmente están cumpliendo con su deber de servir a los ciudadanos.
El Gobernador Octavio Guzmán, cuya candidatura fue respaldada por Elías Larrahondo, enfrenta un desafío mayúsculo. Debe demostrar que su liderazgo no es una fachada vacía, sino una verdadera "Fuerza del Pueblo" transformadora capaz de superar las falencias estructurales que aquejan a su gobierno.
Desde este medio, hacemos un llamado a la humildad y a la apertura al diálogo. Es momento de dejar a un lado los egos y las agendas personales, y enfocarnos en lo que realmente importa: el bienestar de los caucanos.
A los líderes políticos y sociales del departamento, les pedimos que asuman su responsabilidad histórica. No es momento de pedir puestos, sino de trabajar incansablemente por el bien común. Únanse en torno a un proyecto colectivo que devuelva la esperanza y la confianza a nuestro pueblo.
Al pueblo caucano, les decimos: no pierdan la fe. Nuestra región ha superado desafíos aún más grandes en el pasado, y saldremos adelante de esta crisis si permanecemos unidos y firmes en nuestros principios y valores.
Es hora de recuperar el liderazgo que tanto necesitamos, un liderazgo basado en la visión, la humildad y el compromiso inquebrantable con el bienestar de nuestra gente. Sólo así podremos construir un Cauca próspero, justo y en paz.
Sin lugar a dudas, somos víctimas de las estructuras de poder, que compran conciencias, al que tiene precio se lo encuentran y cada pueblo merece el gobernante que elige.