Un llamado urgente al Concejo de Popayán para ajustar el impuesto de delineación urbana
En medio de la discusión que ha iniciado en el Concejo Municipal de Popayán sobre la modificación parcial del acuerdo 024 de septiembre de 2021, se nos presenta una oportunidad crítica para aliviar el bolsillo de los ciudadanos.
Este proyecto, que busca reducir las tarifas del impuesto de delineación urbana, debe ser considerado como una prioridad inmediata y recibir el apoyo unánime de los concejales, no solo por razones técnicas, sino por una cuestión de justicia social y económica.
El impuesto de delineación urbana, actualmente fijado en niveles desproporcionados, es una carga que afecta de manera directa a todos aquellos que aspiran a obtener una licencia de construcción en Popayán. Hoy, los pagos asociados a este trámite son insostenibles: el valor del impuesto está un 30% por encima de lo que se cobra en ciudades con características similares a Popayán, y en muchos casos, este impuesto es hasta 10 veces más costoso que el mismo trámite ante la curaduría.
Esta desproporción no solo es una barrera económica, sino que desincentiva el desarrollo formal y el cumplimiento de la ley. Los ciudadanos, en lugar de cumplir con los requisitos para la expedición de una licencia, prefieren renunciar a estos trámites o, peor aún, construir sin licencia. El caso de AREMARCO, la Asociación de Recicladores de Popayán, es un ejemplo alarmante: luego de un enorme esfuerzo colectivo para adquirir un terreno y avanzar en estudios y diseños, ahora enfrentan una barrera insalvable. El impuesto de delineación urbana que deben pagar para la construcción de su Estación de Clasificación y Aprovechamiento (ECA) asciende a 19 millones de pesos, una cifra que supera con creces los costos de la misma licencia y los estudios que ya han pagado.
El mensaje es claro: la ciudadanía está siendo sofocada por una tarifa que castiga la legalidad y desincentiva el progreso. En un contexto donde la inflación en ciudades como Popayán ha registrado una variación del 0,80% en septiembre de 2024, resulta incomprensible que un impuesto tan importante se mantenga en niveles exorbitantes, mucho más en tiempos donde la economía necesita dinamismo y los ciudadanos requieren incentivos para el desarrollo formal.
Es hora de que los concejales actúen con responsabilidad y sensibilidad hacia las necesidades de la comunidad. No es suficiente abrir la discusión; es necesario que el debate se dé con el rigor técnico que amerita, pero sobre todo, que se tenga en cuenta el impacto real que este impuesto tiene en la vida diaria de los ciudadanos. Las altas tarifas no solo son un obstáculo para el crecimiento urbanístico, sino que también son un freno para quienes, como AREMARCO, buscan construir un futuro más digno y formal.
El proyecto de modificación del impuesto de delineación urbana debe ser aprobado con urgencia. Hacemos un llamado a los concejales para que tomen una decisión que favorezca a los ciudadanos, fomente la legalidad y promueva el crecimiento formal de Popayán. No permitamos que la falta de ajustes justos en este impuesto siga siendo un obstáculo para el desarrollo de nuestra ciudad.