Un muerto y calles inundadas tras los fuertes aguaceros de las últimas horas

Las principales afectaciones se registraron en el centro del departamento del Valle.

Un muerto y calles inundadas tras los fuertes aguaceros de las últimas horas


Las intensas lluvias registradas desde la tarde del jueves 25 de diciembre en el departamento del Valle del Cauca han generado un complejo panorama de emergencias en varios municipios, dejando como saldo una persona fallecida, numerosas afectaciones en viviendas, daños en la infraestructura vial y comunidades incomunicadas. Las autoridades departamentales y municipales permanecen en máxima alerta ante la persistencia de las precipitaciones.

El hecho más lamentable ocurrió en el municipio de Buga, donde un deslizamiento de tierra en zona rural cobró la vida de una persona que quedó atrapada bajo el material desprendido, producto de la saturación del suelo. La emergencia se presentó en un sector de difícil acceso, lo que complicó inicialmente las labores de atención y rescate.

Además de la pérdida humana, el movimiento en masa provocó la interrupción de varias vías terciarias, dejando incomunicados durante varias horas a corregimientos y veredas, situación que afectó la movilidad, el transporte de alimentos y el acceso a servicios básicos.

“Lamentamos profundamente informar que, como consecuencia de un movimiento en masa registrado en Buga, una persona perdió la vida. Desde la Gobernación del Valle y los organismos de socorro estamos adelantando todas las gestiones necesarias para atender esta emergencia y acompañar a la familia afectada”, manifestó el secretario de Gestión del Riesgo y Desastres del departamento, Francisco Tenorio.

Otro de los municipios fuertemente impactados fue Tuluá, donde el aumento del caudal del río que atraviesa la ciudad generó inundaciones en distintos sectores. Durante varias horas, la movilidad estuvo paralizada y numerosas viviendas resultaron afectadas, especialmente aquellas ubicadas en zonas cercanas al afluente.

Ante la magnitud de los daños, la administración municipal declaró la calamidad pública con el fin de agilizar recursos y acciones que permitan atender a las familias damnificadas y avanzar en las labores de recuperación.

“El primer paso ha sido iniciar la limpieza de las vías y la evacuación de todo el material arrastrado por el agua, el cual llegó especialmente a la sede del Cuerpo de Bomberos, a las calles anexas y a la institución educativa Corazón del Valle, que fueron las más afectadas”, explicó Martín Hincapié, secretario de Gobierno de Tuluá.

De manera paralela, las autoridades mantienen vigilancia permanente en los municipios de Dagua y Buenaventura, donde las lluvias han incrementado el nivel del río Pepitas, generando riesgo para las comunidades cercanas. En esta zona, un derrumbe afectó durante varias horas la vía que comunica al interior del país con el principal puerto sobre el Pacífico colombiano, ocasionando restricciones en la movilidad y congestión vehicular.

El concesionario encargado del corredor vial adelantó los trabajos necesarios para remover el material y restablecer el paso, el cual ya fue habilitado de manera controlada. Sin embargo, se mantiene el monitoreo constante ante la posibilidad de nuevos deslizamientos.

Las autoridades hicieron un llamado a la ciudadanía para que permanezca atenta a los comunicados oficiales, evite transitar por zonas de alto riesgo y reporte cualquier situación de emergencia a los organismos de socorro. Asimismo, reiteraron que la temporada de lluvias continúa, por lo que no se descartan nuevas afectaciones en distintos puntos del departamento.