Una llamada de la comunidad a la línea 123 frustró un ataque a la fuerza pública en Popayán
Los habitantes de la Vereda de Torres, como trabajan unidos, alertaron a tiempo sobre este plan, evitando así afectaciones a la fuerza pública.

Momentos de terror vivieron los habitantes de la Vereda de Torres luego que se percataran de la existencia de explosivos en esta parte del occidente de Popayán.
De acuerdo con la versión de varios líderes de la zona, en las primeras horas de la mañana de este miércoles 5 de marzo, varios pobladores se percataron de una motocicleta abonada en la parte alta del lugar, luego comprobaron que de este vehículo estaban conectados una serie de cables con unos artefactos.
"Son como envases de plásticos, los cuales dejaron a un costado de la carretera, y como vimos que estaban unidos con cables, entonces lo que hicimos fue alertar a la comunidad para que no se movilizara por la zona, por la carretera, y de paso informar a las autoridades, a través de la línea 123", relataron líderes sociales del sector.
Luego, al sitio arribaron varias patrullas de la Policía. De ahí que los uniformados, con el apoyo de un perro entrenado para detectar explosivos, comprobaron el peligro que representaban estas cargas, porque efectivamente eran elementos para ser detonados.
"Ya la gente de la Sijín dijo que eran explosivos y terminaron de acordonar la zona para evitar daños a la comunidad, ahora lo que hacen es como desactivar estas cargas, son varias, yo creo que son siete, entonces la gente que vive por acá se retiró mientras que los uniformados hacen su trabajo", agregaron los líderes sociales.
Es que caso atemoriza a los habitantes de la zona rural de Popayán porque se comprueba con estos explosivos de la llegada de grupos armados ilegales, como son las disidencias de las Farc, a la capital del Cauca, como bien lo alertó la Defensoría del Pueblo.
“La eventual expansión territorial y militar del Bloque Occidental Comandante Jacobo Arenas, a través del Frente Jaime Martínez hacia la zona rural del noroccidente del municipio, en los corregimientos de Los Cerrillos, Las Mercedes, Santa Rosa, La Meseta, La Yunga, El Tablón, El Charco y Cajete. En esos sectores, de materializarse la expansión, podría gestarse un subsecuente control territorial que podría afectar negativamente a la población civil que habita esta zona”, explicó la Defensoría del Pueblo, buscando precisamente que las autoridades municipales y la fuerza pública tomaran cartas sobre el asunto", reza la alerta temprana de dicha entidad humanitaria.
Por eso los pobladores la vereda de Torres se preguntan que dos cámaras de vigilancia que fueron instaladas en la zona funcionan, porque plantean de que cómo es posible que se registre esta clase de hechos si se supone que esta área es monitoreada en tiempo real con estos dispositivos.
"Si están funcionando esas cámaras, es la pregunta que realizamos a la alcaldía, quién fue las instaló, porque pone esa cantidad de explosivos con una facilidad que a uno le espanta, entonces que nos respondan, más cuando ya se le había dicho a la fuerza pública sobre la presencia de sujetos sospechosos en nuestra vereda", denunciaron los integrantes de la Junta de Acción Comunal.
A raíz de estos casos, y como forma proteger a los pobladores, los líderes de la zona rural de la capital del Cauca trabajan unidos para alertar de acciones violentas, como en este caso, donde una oportuna llamada a la línea de emergencias 123 frustró un ataque contra la comunidad o la fuerza pública.