Una Navidad para Dar: Hagamos de Popayán y el Cauca Tierra de Generosidad
Mañana es 24 de diciembre, una fecha en la que los hogares de Popayán y el Cauca se llenan de luces, risas y esperanza.
Es el momento perfecto para celebrar la Navidad, pero también para reflexionar sobre su verdadero significado: dar sin esperar nada a cambio, compartir con el prójimo y sembrar esperanza en quienes más lo necesitan.
La Biblia nos recuerda en Hechos 20:35: “Dios bendice más al que da que al que recibe.” Este mensaje, tan propio de esta época, es un llamado a mirar más allá de nosotros mismos y actuar con generosidad y amor hacia quienes enfrentan carencias.
En el Cauca, donde muchos vecinos lidian con la falta de alimentos, desempleo y otras dificultades, la Navidad debe ir más allá de las celebraciones personales. Es una oportunidad para unirnos como comunidad y demostrar que somos una tierra solidaria.
Dar no es solo entregar bienes materiales, aunque estos son valiosos en tiempos de necesidad. Dar también significa ofrecer tiempo, cariño, escucha y apoyo. Es extender una mano amiga y construir un Cauca más humano y solidario.
Este 24 de diciembre, te invitamos a convertir el espíritu navideño en acciones concretas que pueden cambiar vidas:
- Organiza donaciones: Un mercado, un juguete o una prenda de abrigo puede marcar la diferencia.
- Participa como voluntario: Ayuda en comedores comunitarios o visita hogares de paso.
- Reconstruye vínculos: Una visita a un anciano o a alguien enfermo puede ser el mejor regalo.
- Incluye a todos: Reconoce y celebra a nuestras comunidades indígenas, afrodescendientes y rurales, pilares de nuestra identidad caucana.
Que este 24 de diciembre sea el inicio de un propósito mayor: construir un Cauca más justo, donde la generosidad no sea solo un gesto de temporada, sino una práctica constante que transforme vidas durante todo el año.
Mañana, mientras celebramos la Nochebuena, recordemos que el verdadero regalo de la Navidad es dar. Porque si “Dios bendice más al que da que al que recibe,” entonces Popayán y el Cauca tienen en sus manos la posibilidad de ser infinitamente bendecidos. Que esta Navidad no solo resuene en los villancicos, sino también en el corazón de cada caucano, llevando amor y esperanza a todos los rincones de nuestra tierra.