La traición de Francia Márquez a la Universidad del Cauca: Una bofetada a la educación de nuestro departamento
La reciente declaración de la vicepresidenta de Colombia, Francia Márquez, sobre la construcción de una sede universitaria en Suárez, Cauca, ha desencadenado una indignación justificada.
¿El motivo? La decisión de que la Universidad del Valle, en lugar de la Universidad del Cauca, sea la encargada de liderar este proyecto.
En un país donde la educación superior es un pilar fundamental para el desarrollo y la equidad, esta decisión es una afrenta a una institución emblemática como lo es la Universidad del Cauca. ¿Cómo es posible que se despoje a una universidad con una trayectoria histórica y un profundo arraigo en la región de la oportunidad de liderar un proyecto tan significativo para su propio territorio?
La arrogancia y falta de visión de las autoridades responsables son evidentes. La Universidad del Cauca, con su experiencia y compromiso con la transformación social, habría sido la elección natural para liderar este esfuerzo. Sin embargo, se opta por otorgar esta responsabilidad a otra institución, sin considerar el impacto negativo que esto tendrá en la autonomía y el desarrollo de la Universidad del Cauca.
No solo es una cuestión de prestigio académico, sino también de justicia y respeto hacia una institución que ha sido un faro de conocimiento y progreso en la región. La Universidad del Cauca merece ser parte integral de cualquier iniciativa que busque impulsar el desarrollo educativo y social en su propio territorio.
La vicepresidenta Márquez y las autoridades responsables deben rendir cuentas por esta decisión injusta y discriminatoria. Es momento de rectificar y otorgar a la Universidad del Cauca el lugar que le corresponde en la construcción del futuro educativo y social de Suárez, municipio del departamento del Cauca, y no del departamento del Valle.
No es posible que intereses políticos y burocráticos socaven la dignidad de nuestro pueblo.