Urbanización ilegal Colina de los Sauces detenida: Comunidad y líderes en pie de lucha
El barrio Los Sauces ha sido el escenario de una tragedia ambiental y social causada por la urbanización ilegal que, ha devastado los cerros tutelares de Popayán.
Sin embargo, hoy, podemos compartir con nuestros lectores una luz de esperanza en medio de esta crisis. La concejal y residente de la zona, Paola Mondragón, quien también fue una de las damnificadas por las recientes inundaciones, ha cumplido con su compromiso de velar por la defensa de su comunidad y exigir a las autoridades que pongan freno a las irregularidades que tanto han afectado a Los Sauces.
En un claro ejemplo de acción efectiva, la concejal Mondragón nos ha informado que la Inspección de Policía Urbanística ha emitido una notificación oficial de suspensión de obras sobre el predio ubicado en el lote Q3 del barrio Los Sauces. Esta medida, deja claro que las autoridades, bajo la vigilancia constante de la comunidad, han respondido a las exigencias para frenar las intervenciones ilegales en esta área que ha sufrido tanto.
La inspectora de policía urbanística, Elvia Margarita Caro Urbano, envió una comunicación oficial al comandante de la Policía Nacional de Mepoy, solicitando su colaboración para garantizar que la suspensión de obras sea respetada y que no se realicen más intervenciones que atenten contra la integridad del territorio y el bienestar de la comunidad. Asimismo, la Secretaría de Planeación, en conjunto con la Inspección de Policía Urbanística, ha remitido un informe al Procurador Séptimo, Andrés Eduardo Paz Ramos, donde se detalla la suspensión de obras por violaciones a la integridad urbanística, conforme al artículo 135 de la Ley 1801 de 2016.
Este es un avance significativo, pero es solo el primer paso. Los Sauces no puede quedar de nuevo a merced de los urbanizadores ilegales que han puesto en riesgo la vida de sus habitantes por intereses económicos. La comunidad necesita estar vigilante y organizada para garantizar que las decisiones tomadas por las autoridades se cumplan con rigor.
En este sentido, hacemos un llamado de atención a los líderes sociales y a las Juntas de Acción Comunal para que asuman su papel con mayor responsabilidad. Las juntas fueron creadas para defender los intereses de sus barrios y comunidades, para representar a sus vecinos ante las autoridades y para alertar sobre situaciones que puedan afectar el bienestar colectivo. Es lamentable que, en el caso de Los Sauces, la Junta de Acción Comunal no haya cumplido con su labor desde el inicio de este proyecto ilegal. Su falta de acción contribuyó a que las obras avanzaran sin los controles necesarios, lo que ahora ha resultado en una tragedia evitable.
Este es el momento para reflexionar sobre lo que necesitamos como ciudad. Popayán no puede seguir siendo escenario de abusos urbanísticos que destruyen el patrimonio natural y ponen en riesgo a su gente. Necesitamos una ciudad ordenada, donde todo proyecto de construcción se realice dentro del marco de la ley y en armonía con el Plan de Ordenamiento Territorial (POT). No podemos seguir permitiendo que unos pocos se hagan ricos a costa del sufrimiento de las mayorías.
Pero también es un momento de esperanza. Gracias a la acción de la concejal Paola Mondragón y al respaldo de la comunidad, hemos demostrado que cuando los ciudadanos se organizan y exigen sus derechos, las autoridades están obligadas a responder. Este caso nos enseña que, con la vigilancia y colaboración de todos, podemos frenar estos abusos.
Ahora es el momento de mantenernos firmes. Es crucial que los habitantes de Los Sauces, las fuerzas vivas del barrio y sus líderes continúen presionando para que las medidas tomadas por la Inspección de Policía y la Secretaría de Planeación se mantengan. Solo así podremos asegurar que no se repitan las desgracias que hemos visto.
La comunidad de Los Sauces está despertando, y con el respaldo de líderes comprometidos como Paola Mondragón, podemos esperar que la justicia prevalezca y que los intereses colectivos se impongan por encima de los particulares. Porque Popayán necesita más que nunca una ciudadanía activa, que no permita que su territorio sea saqueado por los oportunistas que juegan con las necesidades de nuestra gente.
Nos solidarizamos profundamente con las personas que compraron lotes en el proyecto Colina de los Sauces, quienes, al igual que la comunidad afectada, son víctimas de los urbanizadores ilegales. Entendemos que sus sueños de construir un hogar se han visto frustrados por esta situación, pero también es importante dejar claro que este tipo de desarrollos ilegales no pueden seguir adelante. Acompañaremos a estas familias en su proceso para que los dineros invertidos les sean devueltos y se haga justicia. Sin embargo, debemos ser firmes en que este abuso debe detenerse ya. La protección de nuestro territorio y el respeto al ordenamiento urbano son esenciales para evitar que más personas sufran las consecuencias de proyectos que no cumplen con la ley.
La lucha continúa, pero la esperanza es ahora más fuerte que nunca.