"Acá estamos parados en la lucha Indígena y la búsqueda de justicia social en Colombia": Ermes Pete Vivas
Este líder de las comunidades indígenas anuncia que son las comunidades las que deciden cómo será la participación política en la actual contienda electoral.

En un contexto político nacional, donde los partidos tradicionales a menudo se ven atados a agendas ideológicas rígidas y hasta excluyentes, la voz de los pueblos indígenas, como la de Ermes Pete Vivas, resuena con mucha fuerza y claridad.
“Nosotros no somos de derecha, ni izquierda, como pueblos organizados para la lucha social, es que lo más importante en la política, más en un país como Colombia”, enfatiza, estableciendo un principio fundamental que guía su lucha.
Esta afirmación es más que un simple rechazo a las polaridades políticas; representa un llamado a la integración, al reconocimiento de la justicia social como un objetivo común, y a la trascendencia de las etiquetas partidistas que a menudo dividen, esa es la razón de la lucha indígena, la cual tiene al Cauca como una plataforma para el mundo.
El Consejo Regional Indígena del Cauca, CRIC, al que pertenece Vivas, ha asumido un rol protagónico en la defensa de los derechos de los sectores populares y alternativos en Colombia, por eso ahora son gobierno y ahora buscan´, en las próximas elecciones, consolidar aún su protagonismo.
Su enfoque no solo busca una representación política, sino que se fundamenta en principios de justicia comunitaria, defensa del agua, la vida y la paz. Estos elementos son vitales en un país donde las luchas por los recursos naturales y por la dignidad de los pueblos se entrelazan de manera compleja.
La afirmación de Vivas sobre la ineludible conexión entre poder político y responsabilidades sociales es crucial. Un partido puede alcanzar el poder, pero si pierde de vista las necesidades y aspiraciones de la ciudadanía, estará destinado al fracaso. Esta visión aboga por una política que esté fundamentada en las realidades cotidianas de la gente, donde cada decisión política sea consciente de los impactos sociales que genera.
El CRIC no solo está luchando por sus derechos, sino que representa un esfuerzo más amplio por contribuir a una apertura democrática en Colombia. Este compromiso se refleja en su intención de construir un Estado social de derecho que garantice no solo derechos políticos, sino también derechos económicos, sociales, culturales y ambientales. La Constitución Política de Colombia establece estos principios, pero su implementación efectiva ha sido un desafío constante.
Además de ser portavoces de la resistencia indígena, los líderes como Vivas han comenzado a articular un mensaje de unidad y solidaridad entre diversos sectores sociales. La lucha por la justicia comunitaria no es exclusiva de los pueblos indígenas, sino que debe abarcar a todos aquellos que sufren las consecuencias de un sistema que, a menudo, prioriza intereses económicos por encima del bienestar común.
En conclusión, la postura de Ermes Pete Vivas y el CRIC es un recordatorio de que la política debería ser un vehículo para la transformación social y no un fin en sí mismo, como sucede en el país, donde los partidos tradicionales solo estáne en el poder para sus beneficios personales.
En un país donde los conflictos estructurales persisten, su llamado a una lucha social organizada emerge como una esperanza para consolidar un futuro más justo y equitativo. Los pueblos indígenas, al reivindicar su autonomía y sus derechos, nos invitan a todos a asumir un papel activo en la construcción de una sociedad que valore la dignidad humana y el respeto por la naturaleza.