Aumentó el reclutamiento de niños y jóvenes indígenas por parte de los grupos armado al margen de la ley
Los municipios del norte del Cauca son los más afectados por esta atroz práctica. Se han reportado 164 casos en este 2023
El Consejo Regional Indígena del Cauca, Cric, en su más reciente informe, reveló un incremento alarmante de los casos de reclutamiento de menores de edad por parte de los grupos armados al margen de la ley que hacen presencia en las zonas.
En lo corrido del año, se han reportado 164 casos de reclutamiento de menores entre los 12 y 15 años, según lo confirmó el informe a través del observatorio de derechos humanos.
Bajo esta premisa, las cifras han alarmado a la comunidad indígena, la cual está pidiendo a los grupos armados ilegales que garanticen el regreso de estos menores con sus familias.
Hember Cucuñame, coordinador de derechos humanos, resaltó que: “Es pertinente que en medio de estos diálogos que se vienen adelantando con el gobierno, los grupos armados como el Estado Mayor Central de las Farc y el ELN, como un gesto humanitario, establezcan una ruta para el regreso de los menores. Hemos conocido que muchos de estos jóvenes que fueron llevados a través de diferentes modalidades, están arrepentidos de hacer parte de esas estructuras y quieren regresar a sus casas”.
Toribío, Caldono, Caloto y Corinto son los municipios del norte del Cauca más afectados. Sin embargo, también se han registrado reclutamientos en el oriente y sur del departamento.
De hecho, y también en un comunicado, las autoridades ancestrales de Caldono denunciaron que «desde la firma del Acuerdo Final de Paz en el año 2016 a la fecha, la se han llevado más de 70 jóvenes y la mayor parte de los fallecidos han sido personas entre 14 y los 28 años, esto indica que la población joven es la más vulnerable debido al conflicto armado interno».
La denuncia también establece que «muchos de nuestros niños, jóvenes y adolescentes han sido reclutados mediante un engañoso ofrecimiento económico, donde los grupos armados les prometen un pago por hacer parte de las filas de estos grupos y los jóvenes ilusionados ingresan sin conocer a fondo la vida que deben soportar estando ya en su interior»
Sin embargo, los grupos armados niegan rotundamente que el reclutamiento sea forzado o mediante engaños u ofrecimientos económicos, de ahí que las comunidades indígenas denunciar que «sus cabecillas saben muy bien que con estas acciones están cometiendo un crimen de lesa humanidad y que tarde o temprano pueden ser procesados por la justicia nacional e incluso por la Justicia Penal Internacional, conocido como el Estatuto de Roma»
Es por esta razón que cuando las autoridades de los cabildos indígenas o los padres de los menores reclutados van en su reclamo, los grupos armados ilegales han desarrollado la infame estrategia de esconderlos o trasladarlos a zonas muy distantes de donde es oriundo el menor reclutado para que no sean reclamados. O encontrados por los familiares o las organizaciones indígenas.
«Cabe mencionar que los actores armados utilizan varias modalidades para reclutar a los menores. De hecho, han llegado a solicitar pago de dinero por cada menor», agrega la denuncia.