Colombia: Más allá de la polarización, la búsqueda de un futuro digno

En medio de las recientes manifestaciones en contra del gobierno de Gustavo Petro, es crucial que como nación hagamos una profunda reflexión y evitemos seguir cayendo en la trampa de la polarización.

Colombia: Más allá de la polarización, la búsqueda de un futuro digno
Fotografía tomada de www.abc.es

Si bien es innegable que hay descontento y críticas válidas hacia algunas acciones y decisiones del mandatario, no podemos perder de vista el panorama general y las causas que llevaron a millones de colombianos a respaldar su propuesta de cambio.

Durante demasiado tiempo, los gobiernos anteriores han sido cómplices de un sistema que ha favorecido a las élites políticas y económicas, mientras que la gran mayoría de ciudadanos se ha visto sumida en la pobreza y la falta de oportunidades. Fue precisamente este clamor por una transformación profunda lo que llevó a Petro a la Presidencia, con el respaldo de quienes anhelan una sociedad más justa e incluyente.

No obstante, es innegable que el actual gobierno ha enviado mensajes confusos y contradictorios. Mientras que por un lado se presentan reformas necesarias en áreas como la salud, las pensiones y el trabajo, por otro lado, se han evidenciado actos de derroche del erario, señalamientos de corrupción en algunos miembros de su gabinete y escandalosos abusos de poder, como el caso de Laura Sarabia.

Estos hechos han generado indignación y desconfianza en amplios sectores de la población, quienes esperaban un liderazgo ejemplar, austero y comprometido con el bienestar de todos los colombianos, sin distingo de clases o filiaciones políticas, como muy bien lo señala Santiago Zambrano Simmonds.

Sin embargo, debemos ser cautelosos y no permitir que estas manifestaciones sean cooptadas por esa misma derecha que durante siglos ha gobernado en beneficio de los poderosos, sumiendo al país en la desigualdad y el atraso. No podemos dejarnos llevar por el odio y la polarización, pues eso solo perpetuaría el círculo vicioso que hemos intentado romper.

Es hora de superar la absurda tendencia de seguir a hombres en lugar de causas, como debería ser. Nuestra causa, como colombianos, debe ser la búsqueda de una mejor calidad de vida para todos, donde los empresarios compensen de manera justa a sus empleados, donde los salarios sean dignos y donde la justicia social sea una realidad tangible, no una mera promesa vacía.

Lamentablemente, la mayoría de los medios de comunicación, en manos de esas mismas élites poderosas, han contribuido a distorsionar la realidad y a presentar una imagen falsa de un país que supuestamente era un paraíso antes de la llegada de Petro. Nada más alejado de la verdad. Colombia siempre ha sido un territorio de contrastes, donde la riqueza y la pobreza coexisten en un mismo espacio, donde la corrupción ha sido endémica y donde la desigualdad ha sido la norma, no la excepción.

Es hora de dejar atrás las falsas narrativas y asumir nuestra responsabilidad como ciudadanos. No podemos renunciar a nuestra legítima aspiración de vivir con dignidad y aprovechar las bendiciones que esta tierra maravillosa nos ofrece. Pero para lograrlo, debemos unirnos en torno a un proyecto de nación que trascienda los intereses particulares y las ideologías excluyentes.

Desde este medio de comunicación, hacemos un llamado a la reflexión y al diálogo constructivo. Critiquemos con firmeza los errores y desaciertos del gobierno, pero no nos dejemos cegar por el resentimiento o el fanatismo. Exijamos coherencia y liderazgo ejemplar, pero sin perder de vista el objetivo final: construir una Colombia justa, próspera y en paz para todas y todos.

Solo así, superando la polarización y aunando esfuerzos en torno a causas nobles, podremos encaminar a nuestra nación hacia el futuro digno que tanto anhelamos y merecemos. #Esperanza #Fé