Comunidades del Macizo defienden el río Patía para cuidar la biodiversidad del mundo

Estas son las acciones que se adelantan en defensa del agua y demás recursos naturales en el sur del departamento del Cauca.

Comunidades del Macizo defienden el río Patía para cuidar la biodiversidad del mundo



El Congreso de la República, en enero de 2025, recibió un proyecto de ley que busca reconocer al río Patía y su cuenca como sujeto de derechos, en un paso histórico para la justicia ambiental y la protección de la biodiversidad del país.

La iniciativa fue radicada por el congresista Juan Pablo Salazar,con el respaldo de comunidades campesinas y étnicas, así como de procesos sociales que llevan décadas defendiendo el territorio.

El proyecto de ley establece que el Río Patía y sus afluentes sean reconocidos como sujetos de derecho de especial protección, con representación legal para garantizar su derecho a existir, fluir y mantenerse libres de contaminación. Además, la iniciativa contempla una región excluida de la minería en la cuenca alta del río, que se corresponde con la Corona del Macizo Colombiano, ubicada en el departamento del Cauca y su declaración como Área de Protección para la Producción de Alimentos (APPA).

Entre las voces más destacadas en esta lucha se encuentra la del profesor Óscar Gerardo Salazar, defensor de derechos humanos en asuntos campesinos y ambientales, líder social del Macizo Colombiano, quien junto al Proceso Campesino y Popular del municipio de La Vega, PCPV, la ASOCOMUNAL, el Proceso de Unidad Popular del Suroccidente Colombiano, PUPSOC y dinámicas comunitarias como la Asociación Somos Agua de Esta Tierra, ha dedicado su vida a la defensa de este territorio y sus culturas, especialmente de la cultura campesina, cuyo reconocimiento y derechos hoy vienen dando frutos en las acciones afirmativas de Gobierno.

El profesor Óscar impulsó la formulación política de la defensa del río Patía a través de las Convenciones Populares del Agua, para así, visibilizar la importancia de éste para la biodiversidad, la soberanía alimentaria y el equilibrio climático.

“Desde hace años hemos construido una propuesta política y organizativa que reconoce al Patía como una arteria vital del Macizo Colombiano y del Pacífico, con su Choco Biogeográfico, diversidad bio-cultura y opción de futuro para la humanidad. Este río es más que un afluente: es un corredor vital que conecta el Pacífico, la Amazonía, los Andes y el Chocó biogeográfico. Su cuidado es esencial para la biodiversidad y para la vida misma en el planeta”, afirmó Óscar Salazar, recordando que la protección del Patía ha sido una lucha histórica.

La trayectoria de Óscar Salazar es reconocida en la región y a nivel nacional por su incansable labor en la defensa de los derechos de las comunidades campesinas y su oposición a proyectos extractivos que amenazan el equilibrio del Macizo Colombiano. Ha liderado acciones comunitarias como las Marchas por la Vida y por el Agua, que en más de 17 acciones han cerrado focos de minería criminal y visibilizando los riesgos de esta actividad extractiva, de la deforestación y las hidroeléctricas sobre la cuenca.

Así mismo, ha denunciado de manera constante las amenazas que ponen en riesgo al río Patía, entre ellas la política minera, la minería ilegal, la deforestación, la contaminación y proyectos hidroeléctricos como el que se pretende construir sobre el río Guachicono, uno de los principales ríos de la cuenca del Patía. “La política minera y la política energética, que van de la mano, son una amenaza directa al Macizo y a la vida de nuestras comunidades. Por eso exigimos que el Patía sea protegido con justicia ambiental y respeto a la naturaleza”, afirmó.

De esta manera hace un llamado urgente a la opinión pública y a las instituciones del Estado para que puedan garantizar la protección del río Patía y sus afluentes, frente a graves amenazas ambientales derivadas de proyectos industriales que pretenden cambiar el uso del suelo y del agua en esta región.

Denuncia la propuesta para construir una central hidroeléctrica en el río Guachicono, la cual cuenta con licencias ambientales cuestionadas y otorgadas con “incongruencias evidentes”.

Según afirma, la Corporación Autónoma Regional del Cauca (CRC) habría aprobado modificaciones a la licencia para acelerar esta obra, con el objetivo de garantizar energía eléctrica y grandes cantidades de agua al modelo extractivo minero que amenaza el Macizo Colombiano. “Esta hidroeléctrica no es para el bienestar de nuestras comunidades, sino para alimentar un modelo extractivo que trae explosivos, venenos y destrucción. Nos oponemos porque defendemos la vida, no la muerte que impone la minería” así lo expresóÓscar Salazar.

La defensa del Río Patía es, en palabras del profesor Salazar, “una apuesta de justicia ambiental que trasciende lo local y lo nacional. Cuidar el Patía es cuidar el Pacífico, la Amazonía y el planeta entero. El proyecto de las tres grandes represas en el medio y bajo Patía también debe ser detenido. Con esto, las comunidades, líderes y lideresas sociales esperan que el país y los tomadores de decisiones reconozcan la importancia planetaria de la cuenca del Patía y que su nombre sea honrado como merece: un río vivo que debe fluir libre para las generaciones presentes y futuras.

El profesor Óscar Gerardo Salazar concluyó con un llamado a la conciencia y a la movilización social:

“Defender el río Patía es defender nuestra dignidad como pueblos. No vamos a permitir que lo conviertan en una cloaca, aguas arriba gran minería, aguas abajo represas. Invitamos a las comunidades a unirse a esta causa, porque defender el agua es proteger la vida y la vida no se negocia, se defiende”.