Desabastecimiento y robo de ganado: efectos del cierre de la planta de Popayán

Hernán Garcés, director del Comité de Ganaderos del Cauca, aseguró que la suspensión de actividades ha generado desabastecimiento de carne de res en plazas de mercado y tiendas de la ciudad.

Desabastecimiento y robo de ganado: efectos del cierre de la planta de Popayán

El gremio ganadero del departamento del Cauca atraviesa una crisis por el cierre de la planta de sacrificio de Popayán, que completa más de 10 días sin operar y mantiene paralizado el comercio de ganado para consumo en la capital caucana.

Hernán Garcés, director del Comité de Ganaderos del Cauca, aseguró que la suspensión de actividades ha generado desabastecimiento de carne de res en plazas de mercado y tiendas de la ciudad, afectando no solo a productores, sino a toda la cadena de comercialización.

“Es un tema que impacta directamente a los ganaderos del departamento. No pueden desarrollar su actividad comercial de manera adecuada y sus bolsillos se ven afectados negativamente”, señaló Garcés.

El cierre ha obligado a comerciantes a llevar el ganado a plantas autorizadas en Santander de Quilichao o en el Valle del Cauca, incrementando los costos de transporte y procesamiento.

La planta de Popayán, junto con la de Santander de Quilichao, es una de las pocas autorizadas para sacrificar y comercializar carne a nivel nacional.

Preocupación por comercio ilegal y aumento del abigeato

El dirigente gremial advirtió que la falta de operación ha incentivado el comercio clandestino de carne y el incremento del abigeato, es decir, el hurto de ganado para su sacrificio ilegal, principalmente en zonas rurales cercanas como la vía a Coconuco, el Tambo y veredas del municipio.

“Hay casos de carneo, donde degüellan a los animales en el potrero y sacan la carne, afectando a pequeños y medianos productores”, denunció Garcés.

Alcaldía anunció reapertura

Según el gremio, el alcalde de Popayán anunció que este lunes se reabriría la central de sacrificio, ahora bajo administración directa del municipio.

Los ganaderos esperan que se mantenga el estándar sanitario y de bienestar animal que había alcanzado la planta bajo la gestión anterior, cumpliendo con los requisitos del decreto 1500 de 2007.

Uno de los compromisos pendientes es la instalación de cuartos fríos para conservar la carne antes de su distribución, una exigencia sanitaria que aún no se ha cumplido.

“Esperamos que el municipio logre ponerla nuevamente en operación y que pueda convertirse en una planta modelo para el departamento y el país”, concluyó Garcés.