Editorial | “Presupuesto de Popayán engordado, lupa obligatoria: la verdadera batalla es la ejecución”

Popayán acaba de recibir una inyección sin precedentes: $ 147 750 millones que elevan el plan de inversión 2025 a $ 831 690 millones.

Editorial | “Presupuesto de Popayán engordado, lupa obligatoria: la verdadera batalla es la ejecución”

Como el impulso que acelerará salud, educación, infraestructura y cultura; y en el papel las cifras son tan rimbombantes como un discurso inaugural: Salud sigue a la cabeza con $ 357 000 millones, Infraestructura da un salto de 72 % hasta $ 96 230 millones, y Deporte (+138 %) y Cultura (+111 %) duplican sus partidas .

Sin embargo, la experiencia nos obliga a desconfiar de los fuegos artificiales contables. El dinero aprobó, pero la obra está por verse. Ya conocemos el libreto: apropiaciones que lucen heroicas en los PDF, pero que a fin de año se quedan varadas entre estudios sin terminar, licitaciones declaradas desiertas o convenios interadministrativos que rebotan de prórroga en prórroga.

Las preguntas que el Concejo no puede dejar en el tintero

  1. ¿Hay proyectos listos para arrancar?
    Sin estudios y diseños definitivos, la partida de Infraestructura es apenas un deseo costoso. Cada mes que pase sin pliegos listos será un mes de rezago y excusas.
  2. ¿Cómo se contratará?
    El historial de contratos directos en Cultura y Deporte es de sobra conocido. Cualquier peso que no pase por licitación pública es pólvora para los vendedores de ilusiones y maquinitas de facturas.
  3. ¿Cómo se medirá el impacto?
    Más canchas sintéticas no significan más deporte si no hay ligas activas y programas sostenibles. Más festivales no se traducen en cultura si terminan tercerizados en empresas de tarima y pólvora.

El reto de Salud y Educación: mucho peso, poca velocidad

Salud y Educación concentran tres de cada cuatro pesos del presupuesto actualizado. Pero su ejecución histórica rara vez pasa del 80 %. Si la Secretaría de Salud repite la lentitud de años anteriores, los recursos del Sistema General de Participaciones volverán al tesoro nacional y la ciudad perderá incluso lo que ya tiene asegurado.

La hora de la verdad para la administración y los concejales

El alcalde Juan Carlos Muñoz Bravo y sus secretarios deben abandonar la tentación de celebrar una victoria contable y, en cambio, publicar de inmediato un cronograma de ejecución: contratos adjudicados, porcentajes de avance físico y metas sociales. Y el Concejo Municipal, tan presto a las fotografías de la aprobación tiene la obligación de fiscalizar mes a mes. Sin control político serio, este presupuesto robustecido será solo combustible para elefantes blancos.

Popayán no necesita más anuncios, necesita entregables verificables. El éxito de esta adición no se medirá en ruedas de prensa ni en PDFs cargados de ceros, sino en hospitales equipados, aulas funcionando, vías transitables y programas culturales que sobrevivan al evento inaugural. La chequera está llena; ahora que la obra no quede vacía.